Bach, tocata y fuga BWV 538



¡Feliz domingo! Hoy tenemos una obra de Bach para órgano que no solo es una maravilla (como todas sus obras) sino que es conocidísima. Curiosamente en nuestro subconsciente se instalan obras de música clásica que, por unas razones o por otras, se han hecho famosas. ¿Quién no conoce la famosa "Tocata y fuga en re menor", a la que ya le tocará su turno? Hoy vamos con otra de esas, que los organistas no dejan de tocar y grabar, para nuestra alegría. ¡Disfrutémosla una vez más!

Ya sabemos que aquí domingo es sinónimo de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Este gran compositor sobresalía por ser también, como he dicho en infinitas ocasiones, un fabuloso maestro. Según Forkel, su primer biógrafo, parece ser que esto lo conseguía gracias a cuatro características propias. Practicaba la auto-instrucción, es decir, que confiaba en sus posibilidades y las explotaba, lo que enseñaba a sus alumnos. No cesaba en el entrenamiento y era capaz de tener a sus discípulos ensayando y practicando durante meses sencillos ejercicios de teclado, pero que finalmente eran totalmente útiles. Practicaba con el ejemplo de forma que les decía a sus alumnos cómo debían sonar las piezas tocándolas él, con un constante "así es como esto debería sonar". Y, finalmente, le proporcionaba a sus discípulos un material de calidad de forma que pudiesen aprender con él. Si no conseguía partitura con las que estuviese satisfecho para desarrollar alguna disciplina él mismo la componía. Métodos sencillos pero que han probado ser extraordinariamente eficaces.

Hoy le toca el turno a la Tocata y fuga en re menor BWV 538. Se conoce popularmente como "Dórica". Los estudiosos piensan que esta obra pudo ser terminada entre 1712 y 1723 aunque empezada en Weimar. El título de dórica se refiere a que Bach la compuso en una armadura de do, sin el bemol que correspondería, poniendo este como accidental. Sin embargo, es una obra plenamente en todo menor. Bach muestra en la tocata influencia de la escuela de órgano del norte de Alemania y es toda una prueba para los dedos del organista. La fuga es en estilo italiano y es el plato fuerte de la obra. Es una de las más largas de Bach, con 222 compases. Es una demostración magistral del domingo de Bach del contrapunto y de cómo era capaz de componer una fuga que podemos calificar sin dudarlo de perfecta.

La partitura de la pieza puedes descargarla aquí

La interpretación es de Peter Hurford al órgano Casavant de la Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores de Toronto (Canadá).

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