Blumine



¡Feliz viernes! Espero que la semana laboral haya terminado bien y que disfrutes del fin de semana, si lo tienes. En la historia de la música ha habido muchos sinfonistas, pero quizá el que te traigo hoy es uno de los más grandes. Sus obras son monumentales pero encierran todo un microcosmos, como a él le gustaba. Es posible que no conozcas mucho la obra de hoy, pero también salió de sus sabias manos.

Primero ese gran hombre que es Gustav Mahler (1860-1911), compositor austríaco de nacimiento checo en Kaliště. Una persona tan sensible no era ajeno a lo que le pasaba a sus músicos, ya que era un gran director de orquesta. Una vez descubrió que durante los ensayos había un músico de la orquesta que abandonaba esta en los últimos movimientos y se marchaba a casa. El maestro investigó un poco por qué hacía eso y descubrió que salía temprano para tomar el último transporte público que le dejaba en su caso puesto que no podía permitirse pagar un taxi. Cuando Mahler descubrió esto procuró que sus músicos recibiesen mejor salario. La sensibilidad de Mahler se mostraba, como puede verse, en todos los aspectos de su vida.

Hoy te traigo su obra Blumine. ¿Qué es "Blumine"? Es un movimiento que incluyó en su "Sinfonía nº 1" pero que posteriormente termino quitándolo aunque, afortunadamente, no destruyó la obra. Recibe el nombre de una serie de artículos del escritor preferido de Mahler, Jean Paul. Está basada en el motivo inicial de la trompeta que va pasando por otros instrumentos. Tiene una instrumentación más camerística que la del resto de la sinfonía, de ahí que muchos piensen que por eso la rechazó el maestro. Constituye una pieza interesante ya que muestra cómo era el estilo inicial del compositor, y cómo fue evolucionando a sus grandes sinfonías.

La partitura de la obra puedes descargarla aquí.

La interpretación es de la Orquesta Sinfónica de Boston dirigida por Seiji Ozawa.

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