Ya que estamos en el tiempo de Adviento vamos a escuchar algunos himnos y cantos para este momento. Uno de los más conocidos es este que te traigo hoy y cuyo título da el correspondiente al post. A pesar de todo no va a haber ninguna voz hoy; la obra será instrumenta de un maestro que ya nos ha acompañado con sonidos poderosos.

Se trata de Jehan Titelouze (1562/3-1633), maestro francés nacido en Saint-Omer. En la importante e influyente escuela organística francesa, Titelouze es el primer maestro importante. No se sabe bien dónde estudió y parece ser que en 1582 estaba en su pueblo natal como organista sustituto y fue ordenado sacerdote. En 1588 sucedió a François Josseline como organista en Rouen. Ese importante puesto lo conservaría el resto de su vida. Su centro de actividad no se restringió a Rouen sino también por toda la región en la que Titelouze también hizo de consultor y de organero. Titelouze era también un buen poeta y por este aspecto incluso ganó varios premios. Mantuvo una intensa correspondencia con Marin Mersenne.

En 1623 Titelouze compuso su himno Conditor alme siderum, para órgano. El título del himno puede traducirse como "Oh santo Creador de las estrellas". Está dedicado a Monseigneur Messire Nicolas de Verdun. La obra está formada por tres versículos ("versets") de forma que en los dos primeros el cantus firmus está en el pedal, con lo que es fácilmente reconocible. La obra es de un sabor muy francés (puede parecer una obviedad pero es algo característico) y, aunque no es excesivamente complicada sí necesita cierto arte a la hora de elegir una adecuada registración. Es una obra para dar sabor y saber a este Adviento en el que estamos inmersos. Una belleza.

La partitura de esta pieza la tienes aquí.

La interpretación es la de Martin Lücker al órgano de la Abteikirche en Marienmünster.