“Un Papa no puede agradar a todo el mundo, sino que debe irritar”, señala el teólogo austríaco Paul Zulehner: "Me gustaría mucho que León XIV también provocara un poco de revuelo"

Estamos en los primerísimos compases de un nuevo pontificado y el papa León XIV parece estar cumpliendo las expectativas de todos, incluso de los que hasta la víspera de su elección, el pasado 8 de mayo, le ponían en la picota. ¡Cuidado!, viene a advertir el teólogo austríaco Paul Zulehner, quien señala que “un Papa que sólo tiene amigos y ningún enemigo ha fracasado en su cargo".

“Un Papa no puede agradar a todo el mundo, sino que debe irritar”, señaló durante la retransmisión televisiva de la misa de investidura de León XIV. "Me gustaría mucho que él también provocara un poco de revuelo, inquietara a la gente y se enfrentara a la oposición".

“Los Papas que no son proféticos pueden recibir el aplauso de todos, pero en el fondo están traicionando su ministerio", según el teólogo, quien destacó también las expectativas que ha levantado y la dificultad con la que sin duda se encontrará de cumplirlas todas y dejar consecuentemente a descontentos por el camino.

“Hará su parte, lo mejor que pueda, como autoridad moral en el mundo”, señaló, añadiendo que "puede conmover a los políticos y a la gente", pero luego “ellos mismos tendrían que tomar medidas adicionales”, informa Katholisch.

El teólogo destacó también la capacidad comunicativa de León, subrayó que tiene una personalidad diferente a la del difunto Francisco, aunque, remarcó que, como su predecesor, critica las consecuencias de un modelo económico "que explota los recursos de la tierra y margina a los más pobres".