¡Feliz jueves! A lo largo de la historia han existido mecenas que han pagado y sostenido a muchos compositores. Estos correspondían con buena música que nos ha llegado. Hoy vamos a disfrutar de un ejemplo completo de una de estas obras, por lo que vas a necesitar una media hora para escucharla con detenimiento. Creo que va a merecer la pena porque la composición salió de las manos de un grandísimo maestro.

Vamos a acudir a la música de Joseph Haydn (1732-1809), compositor austríaco nacido en Rohrau. Cuando Beethoven tenía veinte años tuvo oportunidad de conocer a Haydn. Este pasó por Bonn mientras iba camino de Londres y el elector de Bonn le invitó a una cena a la que asistió Beethoven por ser el mejor pianista de la ciudad. El austríaco quedó impresionado y dijo que el de Bonn tenía un talento especial y que él mismo (es decir, Haydn) se encargaría de formarlo. Así, Beethoven tomó su maleta y marchó a Viena para convertirse en el discípulo de Haydn. Eso fue en 1792 y sin duda constituyó un capítulo fundamental en las vidas de discípulo y maestro. «Papá» Haydn, como le llamaba Mozart con todo el cariño y reverencia, era el músico más destacado de su tiempo y un profesor de la más altísima reputación.

Haydn nos trae hoy su Cuarteto de cuerdas en fa mayor, op. 77 n.º 2, Hob. III:82. Junto con el n.º 1 fueron los dos últimos cuartetos completados por el compositor en 1799. Están dedicados al príncipe Franz Joseph Maximilian Lobkowitz, quien se los había encargado. El motivo del primer movimiento, Allegro moderato, recuerda a Mozart y el segundo deriva directamente de este primero. El segundo movimiento es un Menuetto, en tempo muy rápido y al que le aporta contraste el trío. El tercer movimiento es el lento, Andante, y tras un inicio del violín y el chelo, el segundo y la viola aparecen para cantar todos juntos el bello tema de este movimiento. Haydn explora aquí diversas tonalidades algo alejadas de la principal. Termina con un Vivace assai que nos lleva al tempo inicial y un contrapunto de lo más elaborado.

La partitura de la obra puedes descargarla aquí.

La interpretación es del Meridian Ensemble String Quartet.