Dios te salve

¡Feliz sábado! ¡Y feliz día de san Ignacio de Loyola! Para los que somos de la familia ignaciana hoy es una gran solemnidad y, puesto que además es sábado, es una buena oportunidad para seguir pidiéndole a la Virgen que nos ponga con su hijo, como tanto le rogó el santo vasco. La música de hoy no ha sido compuesta por ningún jesuita sino por alguien que se formó con ellos, como tantos.

Se trata de Jan Dismas Zelenka (1679-1745), compositor checo nacido en Louňovice pod Blaníkem. Estudió en el colegio de los jesuitas de Praga y con ellos permaneció en contacto durante toda su vida. De hecho, cuando el emperador Carlos VI se coronó en la capital los propios jesuitas le encargaron música para esos fastos. Luego, se mudó a Dresde donde tocó el contrabajo en la orquesta de la corte. Hizo varios viajes a Praga pero se quedó para siempre en Dresde, donde fue elegido compositor religioso de la corte. Viajó por Italia y conoció a Lotti y Scarlatti y también pudo estar cierto tiempo en Viena estudiando con Fux. Su vida en Dresde continuó sin sobresaltos y era muy respetado, incluso por Bach, quien lo visitaba frecuentemente en Dresde junto con su hijo Wilhelm Friedemann.
Escuchemos su Salve regina, mater misericordiae en la menor, Z. 135, composición que fue completada por Zelenka en 1730 y parece ser que puede ser un arreglo de alguna otra composición anterior (puede que ni siquiera suya). El acompañamiento es muy suntuoso, a base de una flauta, un oboe y un violín (con sordina al principio). Los cinco movimientos en los que se divide la obra son amplios y bellamente elaborados, gracias a un estilo muy personal y a una orquestación digna de todo su arte. Una belleza para pedirle a la Virgen que nos proteja.
La interpretación es de Rachel Godsill (soprano) y la Akademický orchestr ČVUT dirigida por Jan Šrámek.