Impresiones íntimas


¡Feliz martes! Si te digo que pienses en grandes obras para piano españoles, o grandes compositores para este instrumento, es muy posible que te vengan así rápidamente dos: Albéniz y Granados. Sin embargo, no se nos debería olvidar a quien te traigo hoy cuya música es de una exquisitez fuera de lo normal. Creo que no es igualmente tan conocido como los otros lo cual, como vamos a comprobar ahora mismo, es una gran injusticia.Me refiero a Federico Mompou (1893-1987), compositor español nacido en Barcelona. Estudió en el conservatorio del Liceo de Barcelona y con quince años dio su primer recital. Aconsejado por Granados, marchó a París a estudiar piano y armonía. Quedó cautivado por Erik Satie y su forma de componer casi la adoptó como algo básico. A partir de entonces comenzó a eliminar las marcas y barras de compás; es más, incluso dio algunas indicaciones llenas de humor, al estilo del francés. Con la Primera Guerra Mundial regresó a Barcelona y continuó componiendo. No solo se restringió al piano sino también a canciones con acompañamiento del mismo, muchas veces describiendo situaciones y personas cotidianas al compositor. París quedó ahí pendiente y en 1921 volvió y permaneció en la ciudad durante veinte años participando activamente en la vida cultural francesa. Entre esas canciones, es famosa «Combat del somni». Igualmente compuso obras corales llenas de lirismo, entre las que sobresalen las que tienen texto de san Juan de la Cruz, muy adecuado al lenguaje interior del compositor. En fin, Mompou es uno de nuestros grandes compositores y tenemos que disfrutarlo y saborearlo mucho más.
Hoy vamos a escuchar sus Impresiones Íntimas. Precisamente fue la primera obra que compuso cuando llegó a París y lo hizo entre 1911 y 1914; es, además, su primera obra publicada. Se trata de una serie de miniaturas que recorren diversos estados emocionales: melancolía, tristeza, serenidad,... Sin duda, Mompou recibe influencias también del folklore español (sobre todo catalán) pero lo hace de una forma tan íntima y casi sublimada que casi es complicado hallar los rastros de ella. Sus partes: Impresión I, Impresión II, Impresión III, Impresión IV, Pájaro Triste, La Barca, Cuna, Secreto y Gitano, solo contienen música que, aun viniendo de un joven compositor que recibía influencias de Satie y Fauré, solo se me ocurre calificarla de exquisita.
La interpretación es de Luis Ángel Martínez al piano.