Este título curioso seguro que te hace reconocer al compositor. Echando un poco una ojeada (seguro que somera) a lo que llevo publicado he reparado en que no he puesto nunca nada, creo, del maestro de hoy, lo cual es imperdonable a más no poder. Por eso, hoy nos vestimos de gala para recibir a este grandísimo compositor, cuya música siempre es una delicia.

Se trata de Maurice Ravel (1875-1937), maestro francés nacido en Ciboure. Ravel fue uno de los compositores más originales y sofisticados de comienzos del siglo XX. En su escritura instrumental siempre procuró buscar nuevas posibilidades, al igual que hizo ese otro gran talento contemporáneo suyo que fue Claude Debussy. Ambos se vieron fascinados por la antigüedad, y basándose en ella compusieron obras de un gran refinamiento, memorables no solo para la música francesa sino para la historia. Decidió estudiar en el Conservatorio de París pero fue expulsado porque no era capaz de resistir ese estilo tan competitivo que allí había. Sin embargo, el no cejó y continuó aprendiendo y componiendo, dando a luz obras como su famosísimo "Bolero", la "Pavana para una infanta difunta", "Daphnis et Chloé" y otras grandísimas obras.

Una de ellas es Ma mère l'Oye. Se inspira en los cuentos de Perrault y originalmente fue compuesta para piano a cuatro manos, aunque luego el propio Ravel la orquestó. Comenzó a componerla en 1908 pero la acabó en 1910. Fue dedicada a los hijos de la familia Godebski, amiga de Ravel, quien pretendía que ellos la estrenaran pero era demasiado difícil. La orquestó en 1911 y le añadió algunos fragmentos más, adaptándola también para ballet. Ravel intentaba evocar los sonidos de la infancia que, gracias a su maestría, suenan en todo momento mágicos, irreales, como sacados de sueños. La orquestación no hace sino reforzar todo esto. Una música que solo puede calificarse de maravillosa.

Las partes de esta música son:

1. Preludio
2. Danza de la rueca y Escena
3. Pavana de la Bella durmiente del bosque
4. Entrevistas entre la Bella y la Bestia
5. Pulgarcito
6. Interludio
7. Laideronnette, emperatriz de las pagodas
8. El jardín mágico

La interpretación que te ofrezco es la de Pierre Boulez dirigiendo a la Orquesta Filarmónica de Berlín.