Misa en Si menor (Credo VI)

Hoy llegamos al punto central del Credo alrededor del cual pivota toda la pieza. En este caso, voy a recurrir a los números para que veas cómo Bach estructuró la pieza. El genio del maestro le permitió no quedarse ahí, en plena especulación, e ir muchísimo más allá dando a luz una obra inmortal y emocionante, como ya sabes.

Hoy nos toca, puesto que es miércoles, una fragmento de la Misa en Si menor BWV 232. Concretamente, el Crucifixus. El Credo tiene nueve partes, de las cuales este Crucifixus es la central es decir, tiene cuatro partes antes y cuatro después, de ahí los números a los que te dije que iba a recurrir. La simetría es perfecta, y el pivote está claro ya que en torno a la crucifixión y redención de Jesús al género humano gira toda la doctrina cristiana. Bach compuso esta parte usando un coro de la cantata BWV 12 titulada "Weinen, Klagen, Sorgen, Zagen".
Está construído sobre un bajo ostinato (un "ground") descendente de forma cromática. Bach transforma radicalmente el coro de la cantata. El carácter de lamento general es totalmente pretendido, con las cuerdas y las flautas destacando la melodía. El final del Crucifixus también totalmente sorprendente ya que hace descender al coro más de lo habitual y termina su intervención sobre un piano y una cadencia que directamente señalan al "Et resurrexit" que viene a continuación.
Como siempre, la partitura del Credo completo la tienes aquí.
La interpretación se debe al Egidienchor Nürnberg y a la Orquesta Barroca L’arpa festante dirigidos por Pia Praetorius.