A simple vista, el compositor de hoy parece el menos indicado para escribir música para la Navidad, en el sentido de que esta suele ser amable, tranquila y meditativa. Es posible que el nombre del maestro te sugiera lo contrario pero te aseguro que la pieza de hoy te sorprenderá. El maestro se pone sensible (aunque lo hace en toda su música) para estas fechas.

Ese nombre no es otro que Arnold Schoenberg (1874-1951), maestro austríaco nacido en Viena. Era, además, pintor. Es uno de los compositores paradigmáticos del movimiento expresionista y líder de la llamada "segunda escuela de Viena" cuyos miembros principales, además de él, eran sus discípulos Berg y Webern. Su técnica de composición predilecta fue el dodecafonismo en la que no se le da importancia a ningún sonido de la escala (cosa que sí hace la tonalidad). Las obras sueles estructurarse según un orden (que no jerarquía) en los sonidos llamada "serie" y a partir de ahí se toma como patrón. Aunque su música es marcadamente atonal, él mismo rechazó el término "atonalidad" porque consideraba que estaba fuera de sus intenciones. Como curiosidad te diré que su apellido eran Schönberg pero que cuando pasó a vivir a los Estados Unidos (murió en Los Ángeles) lo adaptó a "Schoenberg" para que a los estadounidenses les fuese más fácil escribirlo.

La obra que te traigo hoy se titula Weihnachtmusik, es decir, "Música de Navidad", compuesta en 1921. Concretamente, lleva la inscripción "23 de diciembre de 1921" y parece que es una obra compuesta para alguna celebración familiar más que para ser interpretada en público. A pesar de todo, Schoenberg no era de los que componían música así porque sí sin contenido y digamos que para salir el paso. En realidad se trata de una fantasía sobre el villancico Es ist ein' Ros' entspringen que también te he ofrecido hace unos días. En ella aparece también otros villancicos como "Noche de paz". Como ves, una pieza encantadora.

La obra está instrumentada para dos violines, violonchelo, piano y armonio.

La interpretación que te traigo hoy se debe a Hakon Austbö (armonio), Louise Bessette (piano) y miembros del Cuarteto Arditti.