Así es la música que te traigo hoy (por cierto, ¿algún día ha dejado de serlo?). Si me sueles leer es posible que te hayas dado cuenta de que una de mis músicas favoritas es la barroca francesa. Hay verdaderas joyas y quizá me gusta mucho esa grandeur de las obras. Después de este pequeño momento de vanidad te diré que hoy traigo a otro (¡y aún quedan muchos!) de los grandes del barroco. No te va a defraudar, ¿quieres comprobarlo?
Me estoy refiriendo a Jean-Philippe Rameau (1683-1764) que no solo fue importante como compositor sino también como teórico de la música. Tomó el testigo de Jean-Baptiste Lully como compositor mejor de su era en Francia. Tenía un carácter muy difícil pero, como en otros casos, esto hacía que su música (una pasión para él) tuviese una calidad fuera de lo normal.
Hoy te traigo uno de sus Grands motets. Estos motetes no son más que composiciones religiosas que habitualmente tomaban los textos de la Biblia, como los salmos (frente a los petit motets que solo usaban versículos sueltos). Como su nombre indica solían estar compuestos para solistas, coro y orquesta. En ellos los compositores solían desplegar toda una variada gama de recursos.
De Rameau solo se conservan cuatro de estos motetes. Hoy te traigo el titulado In convertendo, que fue compuesto en 1718 (probablemente en Lyon) cuando Rameau era "solo" conocido por ser un extraordinario clavecinista. El texto es el del Salmo 126, "Cuando el Señor cambió la suerte de Sión". Como puedes comprobar, la introducción cantada por el tenor es emocionante a más no poder.
Aquí tienes este bellezón interpretado por Nicolas Rivenq, Sophie Daneman, Jeffrey Thompson y Olga Pitarch con el Coro y la Orquesta de Les Arts Florissants dirigidos por William Christie. ¡Que lo disfrutes y que tengas un buen fin de semana!