Preludio

Prélude, Boulay

¡Feliz jueves! Llegamos a mediadios de este mes de octubre y puede ser buena ocasión celebrarlo escuchando música de ese rey de los instrumentos que siempre nos llama tanto la atención. Lo cierto es que siempre es buena ocasión para hacerlo. Hoy, además, se nos une que te voy a presentar a una nueva compositora especialista en este instrumento. Démosle la bienvenida.

Joséphine Boulay

Nos visita Joséphine Boulay (1869-1925), compositora y organista francesa nacida en París. No se conoce mucho de su biografía. Tuvo el honor y el mérito de ser la primera mujer que ganó un premio de órgano en el conservatorio de París; ocurrión en 1888. Era ciega de nacimiento y enseño piano y órgano en el Instituto Nacional de Jóvenes Ciegos. En ese conservatorio en el que consiguió el premio estudió con nada menos que César Franck (quien seguro que le introdujo en el mundo del órgano) y Jules Massenet. Con ambos maestros consiguió algún premio. Debido a su influencia y a su valía como compositora, en 1899 fue galardonada con la Orden de las Palmas Académicas.

Disfrutemos de su Prélude para órgano. Sus armonías cromáticas tan ricas sitúan esta pieza a finales del XIX (es evidente que temporalmente pero también musicalmente). La armonía funcional está aquí llevada hasta el extremo y Boulay llena la pieza de disonancias y de conseguidos cambios. Tiene una parte independiente para el pedal (no pudiéndose, por tanto, interpretarse al armonio) y necesita no solo de tres teclados sino de un abundante uso de la registración. Este preludio tiene estrucutra en ABB'A', creando una repetición a gran escala pero variando los temas y los patrones rítmicos.

La interpretación es de Joy-Leilani Garbutt al órgano Cavaillé-Coll-Merklin de Saint-Antoine-des-Quinze-Vingts en París.

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