¡Feliz sábado! Inauguramos mes (de junio) y qué mejor que hacerlo con música buena, dedicada a la Virgen en este caso. Creo que a quien te traigo hoy nunca lo hemos escuchado por aquí. Casi podemos decir que es un maestro contemporáneo (aunque falleció en el pasado siglo XX) pero no por ello su música es complicada de escuchar sino que nos va a deleitar con una bella composición que habla de la Virgen como estrella y guía en ese mar físico y el inmenso océano que es nuestra vida.

Te presento a Lajos Bárdos (1899-1986), compositor húngaro nacido en Budapest. Estudió en la Academia de Música de Budapest con Siklós y nada menos que con Kodály. Se ganó la vida como profesor de educación secundaria y una escuela y también dando clases de música. Durante toda su vida, su intención fue crear y desarrollar un estilo coral húngaro, tanto desde el punto de vista de la composición como de la dirección de los conjuntos corales; en ese aspecto, compartió bastantes inquietudes con su profesor Zoltán Kodály. De hecho, en los años finales de su vida se dedicó a dirigir muchos conjuntos corales, principalmente en Budapest pero también en la región vecina y en diversos pueblos rurales. La influencia de la música popular húngara es tanta que Bárdos la incluyó también en sus obras, tanto en las instrumentales como en las vocales, de las que el maestro compuso mucho y casi todas obras maestras.

Disfrutemos de su Ave Maris Stella. Se trata de una composición para coro a cuatro voces que fue publicada en 1985. El maestro no se complica demasiado con la polifonía pero, aun así, consigue una obra llena de emoción y de devoción por la Virgen. El texto de esta conocida antífona pertenece a Paulus Diaconus y nos describe a la Virgen como Reina no solo del mar y los océanos sino de los mares de nuestras vidas. Bardós nos encanta con su sencillez y con esa polifonía que, casi a modo de olas, nos va arrullando para que cantemos a la Virgen. Una maravilla para este primer día y sábado de junio.

La interpretación es del coro Sine Nomine.