Señor, hazme saber mi final



¡Feliz viernes! ¡Otra semana que acaba y que espero hayas aprovechado bien! Esta súplica es la que nos va a servir de fondo y de meditación en este viernes de Cuaresma. Ya va terminando este tiempo litúrgico fuerte pero se aproximan otros que lo son aún más. He querido traerte más música religiosa en estos días y hoy no va a ser menos. Nuestro compositor de hoy, del barroco, aparece por este lugar por primera vez.

Quien nos acompaña hoy es Maurice Greene (1696-1755), compositor británico nacido en Londres. Ciertamente no es muy maestro muy conocido hoy día (aunque los coros de las Islas llevan la obra de hoy en su repertorio) pero en su tiempo fue muy activo y, por cierto, contemporáneo de Handel. Recibió su primera formación en la Catedral de San Pablo y ya luego fue nombrado organista en varias ciudades de la City. En 1727 consiguió el puesto de organista y compositor de la Capilla Real tras la muerte de William Croft y luego también estuvo a cargo de la música del rey. Su carrera siguió al alza y se graduó en música en Cambridge. Como puedes ver, a pesar de que su nombre no te diga mucho en estos tiempos, Greene sí que era un compositor reconocido en su época que quizá tuvo la mala suerte de ser eclipsado por ese gran genio que fue el sajón Handel.

La obra que nos ocupa hoy, su más famosa, es el anthem Lord let me know mine end. El texto lo proporciona el salmo 39. Las palabras de esperanza pero también de incertidumbre ante la vida son recogidas a la perfección por el compositor, de una forma sincera y muy expresiva. Las voces se unen en un bello contrapunto, acompañado por el órgano, lo que era raro en su tiempo. A mitad de la pieza, aparece un dueto de voces que describe la brevedad de la vida de una forma increíblemente bella.

La partitura de esta composición puedes descargarla aquí.

La interpretación es del Jeffrey Makinson (órgano) y el Coro de la Catedral de Manchester dirigido por Christopher Stokes.

Volver arriba