Los aires de Jerez



¡Feliz martes! Jerez de la Frontera es una de las ciudades de Andalucía más querida por mí, si me permites la confesión personal sin ningún tipo de interés. La conozco bastante bien, la visito a menudo y me gusta pasearme por sus calles y oler sus olores. El embrujo que ofrece la que es la quinta ciudad andaluza viene reflejado en la obra de hoy. Ha salido de las manos de un maestro que nos visita por primera vez. Es de los nuestros, así que nuestra alegría debe ser doble. ¿Te apetece conocerlo?


En ese caso, te presento a Mauricio Sotelo (1961), compositor español nacido en Madrid. Estudió composición en Viena y se graduó con honores en 1987. Allí estudió también música electroacústica y luego perfeccionó su técnica con Luigi Nono en Berlín y Venecia. Su calidad componiendo le ha llevado a conseguir el Premio Nacional de Música en 2001 y varios más europeos. Sus obras han sido elegidas por la UNESCO para la Tribuna Internacional de Compositores de París y han recibido interpretaciones por casi todo el mundo. Es uno de nuestros grandes compositores actuales, que está presente en los conciertos de toda Europa, así como en diversas grabaciones. A la par que compositor también destaca como director de orquesta, trabajando tanto con conjuntos como con solistas de renombre. De su música dice el filósofo Emilio Lledó: «La música de Mauricio Sotelo es una de las iluminaciones más intensas que, en el aire de los sonidos, puede encontrar la semántica de las palabras».

Te propongo comprobar estas palabras con la obra Jerez desde el aire o al aire de Jerez, obra compuesta en 2009 para piano y dedicada a Juan Carlos Garvayo y a Voltaire. La obra lleva el subtítulo de «bulería al golpe», que es uno de los tipos de bulerías jerezanas flamencas. Se trata de un encargo de la Asociación Española de Festivales de Música Clásica. Intenta reflejar aquí Sotelo el duende de la bulería que circula por todo Jerez. La obra sin embargo no es una imitación del cante flamenco sino que más bien es una recreación o quizá una búsqueda interior de ese duende que está presente en los cantaores. A mí me parece una obra maravillosa.

La interpretación es de Juan Carlos Garvayo al piano.

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