El sabio amigo de Dios

¡Feliz jueves! La palabra polifonía es sinónima de tres nombres: el primero, obviamente, es el italiano Giovanni Pierluigi da Palestrina, quizá el más grande de todos los tiempos. Otro es el belga Orlande Lassus y el tercero es aquel cuya música escucharemos hoy.

Evidentemente es Tomás Luis de Victoria (h. 1548-1611), compositor español nacido en Ávila. Era la figura dominante de la música española del siglo XVI. Fue enviado a estudiar a Roma y allí conoció a Palestrina a quien sucedió como maestro del coro del Seminario Romano. Luego Victoria accedió al mismo puesto, pero en el Colegio Germánico regido por los jesuitas. En la capital romana vivió las consecuencias del ataque del Concilio de Trento a la polifonía. No es de extrañar que su respuesta fuese una polifonía pura y con una perfección formal que había aprendido de su amigo Palestrina. A pesar de todo, Victoria supo mantener sus raíces españolas algo que puede apreciarse en su polifonía, cumbre del renacimiento.
Escuchemos su motete Doctor bonus, amicus Dei. Es una composición a cuatro voces, publicada en su colección de motetes de 1572 y es una obra para el día de san Andrés. Las voces van entrando en imitación en intervalos de segundas y cuartas, desde las agudas a las graves. En la pieza se describe a san Andrés como un sabio que amaba a Dios y Victoria lo refleja en una polifonía exquisita. La obra alcanza el clímax en las palabras Salve Crux, en referencia al martirio con el que murió el santo. Una obra maravillosa.
La interpretación es del Ensemble Plus Ultra dirigido por Michael Noone.