Un cuarteto disonante



Sé que la palabra "disonancia" seguro que echará para atrás a muchos y ni siquiera leerá este post pero, en este caso, no lo recomiendo. Porque la música es de un maestro inmenso, una cima y porque la obra es una verdadera delicia para los sentidos, y no solo el del oído. Prepárate a disfrutar de una obra grande y inmensa, bellísima e inmortal.

Ese maestro no es otro que Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), maestro austríaco nacido en Salzburgo. Era compositor y músico prodigio desde los seis años; hay quien lo considera el músico más importante de la historia de la música. Su padre lo veía como un regalo de Dios por lo que se dedicó a exhibir sus talentos por todos los sitios. El talento era tan innato que no era raro que tomara entre sus manos cualquier instrumento y fuese capaz de tocarlo sin formación previa. Luchó toda su vida por mantener a su familia y murió en precario y su tumba aún es un misterio. Mozart es un genio con todas la palabras y aunque solo vivió 35 años compuso de todo y casi todo extraordinario. En su catálogo hay obras ingenuas y otras verdaderamente profundas, conciertos, música de cámara y óperas a las que todo melómano se acerca con regularidad. Sus obras son como una necesidad para el cuerpo.

Como cumbre de la música de cámara de todos los tiempos están sus cuartetos. Hoy te traigo el Cuarteto de cuerdas nº 19 en Do Mayor, K 465, que se conoce popularmente como "cuarteto de las disonancias". La colección a la que pertenece ese cuarteto está dedicada, en sus palabras, " a mi querido amigo Haydn". El apelativo de disonancia se refiere a las audacias armónicas de su introducción lenta. Eran tan sorprendente que muchos libreros devolvieron las partituras a la editorial porque pensaron que se trataba de un error. Fue completado en 1785 y ese comienzo no solo preludia una obra increíble sino que está en sintonía con las composiciones del maestro de su última etapa. Una obra para saborearla como a un vino añejo.

La partitura de esta auténtica joya la puedes conseguir aquí.

La interpretación es la del Cuarteto Hagen.

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