Un cuarteto disonante

Sé que la palabra "disonancia" seguro que echará para atrás a muchos y ni siquiera leerá este post pero, en este caso, no lo recomiendo. Porque la música es de un maestro inmenso, una cima y porque la obra es una verdadera delicia para los sentidos, y no solo el del oído. Prepárate a disfrutar de una obra grande y inmensa, bellísima e inmortal.

Como cumbre de la música de cámara de todos los tiempos están sus cuartetos. Hoy te traigo el Cuarteto de cuerdas nº 19 en Do Mayor, K 465, que se conoce popularmente como "cuarteto de las disonancias". La colección a la que pertenece ese cuarteto está dedicada, en sus palabras, " a mi querido amigo Haydn". El apelativo de disonancia se refiere a las audacias armónicas de su introducción lenta. Eran tan sorprendente que muchos libreros devolvieron las partituras a la editorial porque pensaron que se trataba de un error. Fue completado en 1785 y ese comienzo no solo preludia una obra increíble sino que está en sintonía con las composiciones del maestro de su última etapa. Una obra para saborearla como a un vino añejo.
La partitura de esta auténtica joya la puedes conseguir aquí.
La interpretación es la del Cuarteto Hagen.