Ya te miro, ya te gozo

A lo largo de la historia de la música siempre han existido grandes escenas de amor en las óperas. Muchas han pasado a la posteridad, otras han pasado más desapercibidas. La que te traigo hoy es una de las más conocidas e intensas de su posible autor, cuyas óperas no son muy conocidas por el público general a pesar de ser de esos nombres fundamentales.

Una de sus óperas más reconocidas es L'incoronazione di Poppea (con número de catálogo SV 308), en un prólogo y tres actos y estrenada en Venecia durante los carnavales de 1642-43. En la introducción he usado la palabra posible. No está ahí por capricho. Esta ópera no se sabe a ciencia cierta si es o no de Monteverdi y, si lo es, cuánta música es suya y cuánta no. Según las investigaciones, todo parece indicar que sí es suya y hoy día está considerada como una de sus mejores obras, si no la mejor. Era una de las primeras óperas que presentaban un argumento histórico, no mitológico. Con libretto de Busenello, narra cómo la bella Popea quiere ser coronada a toda costa como emperatriz de Roma. Para conseguirlo tiene que casarse con el cruel Nerón. Lo conseguirá tras muchas vicisitudes, no sin emplearse a fondo en cuanto a intrigas, ambiciones y falta de escrúpulos se refiere.
La ópera es una sucesión de felices recitativos, arias y coros, y guarda para el final la guinda del pastel: su último dúo entre Popea y Nerón (quien habitualmente es interpretado mediante un travestido), uno de los dúos de amor más bellos de toda la música, como puedes comprobar. Se titula Pur ti miro, pur ti godo y es de una intensidad incontestable, maravilloso y de factura redonda y perfecta. Un verdadero regalo para los oídos.
Aquí tienes la partitura del acto tercero, donde está el dúo.
Aquí te lo traigo interpretado por Mireille Delunsch (Popea), Anne Sofie von Otter (Nerón) junto con Les Musiciens du Louvre dirigidos por Marc Minkowski.