Qué suave cefirito

La palabra puede parecerte rara... pero la música es una de las más bellas que jamás se han compuesto, ¡y no exagero! Hay momentos en que uno se encuentra con esta música y solo puede admirarse, callar y escucharla una y otra vez. Admirar al genio que la compuso... y volver a admirarlo. Desde el momento que empiezan las notas surge una cascada de sentimientos y emociones. Una semana que empieza con esta música no puede, sin duda, ir demasiado mal.

Una de las óperas más gloriosas jamás compuestas es su Le nozze di Figaro, K.492, es decir, "Las bodas de Fígaro". Fue estrenada en 1786 y cuenta con libreto de Lorenzo da Ponte. Cuenta cómo el conde Almaviva está casado con Rosina y Fígaro, el barbero del conde, está enamorado de Susana, doncella de la condesa, y a quien el conde corteja. En un momento del acto tercero la condesa le dicta a Susana una cita que está dirigida al conde, para exponerle su infidelidad. Mozart la compone en forma de "duettino" titulado Sull'aria... che soave zeffiretto, es decir, "Sobre la brisa... qué suave cefirito". Escuchamos cómo la condesa dicta y luego la doncella repite lo escrito. ¿Qué decir de esta página inmortal? Mejor nada, sino solo disfrutar de ella.
La interpretación es de Gundula Janowitz y Edith Mathis (sopranos) y la Orquesta de la Ópera Alemana de Berlín dirigidos por Karl Böhm.