“Voy a una diócesis muy querida y que conozco” Darío Rubén Quintana OAR, obispo auxiliar de Mar del Plata

Nació el 4 de febrero de 1971 en la ciudad de Buenos Aires
En la Conferencia Episcopal Argentina fue asesor de la Pastoral de Juventud y colaboró con el Equipo de Animación Sinodal de la arquidiócesis de Buenos Aires
“Ya hablé con monseñor Mestre que, con mucha alegría y confianza, me contó sobre la diócesis, la pastoral y ya está pensando en mi residencia"
“Ya hablé con monseñor Mestre que, con mucha alegría y confianza, me contó sobre la diócesis, la pastoral y ya está pensando en mi residencia"
| Aica
(Aica).- El Santo Padre Francisco nombró al P. Darío Rubén Quintana OAR, porteño de 48 años, obispo auxiliar de Mar del Plata. El padre Quintana es, actualmente, prior de la casa de formación sacerdotal San Ezequiel Moreno, de la Orden de los Agustinos Recoletos. La información del nombramiento fue dada a conocer en forma simultánea en Roma y en Buenos Aires. Aquí lo hizo esta mañana el encargado de negocios de la Nunciatura Apostólica, monseñor Aliaksandr Rahinia, a través de la agencia AICA.
Monseñor Quintana colaborará en el gobierno pastoral de la diócesis marplatense con monseñor Gabriel Antonio Mestre, obispo de Mar del Plata desde agosto de 2017.
Datos biográficos de Mons. Darío Rubén Quintana Muñiz OAR
Fray Darío Rubén Quintana Muñiz OAR, perteneciente a la Orden de Agustinos Recoletos, nació el 4 de febrero de 1971 en la ciudad de Buenos Aires. El 28 de agosto de 1993 emitió su profesión simple en la Orden y el 17 de mayo de 1997 fue ordenado sacerdote. En 1996 consiguió el Profesorado de Teología en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires.
En 1997 fue vicario parroquial de San José, en la diócesis de San Martín. De 2002 a 2003 fue delegado de los religiosos en la diócesis de San Martín.
En 2003 fue transferido a la arquidiócesis de Buenos Aires donde fue prior de la casa de la Orden de Agustinos Recoletos en Buenos Aires, párroco de Nuestra Señora de la Consolación y presidente del Secretariado de Apostolado Ministerial de la Vicaría de la Orden de Agustinos Recoletos en la Argentina, cargos que desempeñó hasta 2009.

De 2009 a 2012 fue prior de la casa agustina recoleta de Mar del Plata y párroco de Nuestra Señora de Fátima de la diócesis de Mar del Plata. Aquí se desempeñó también como miembro del Consejo Presbiteral de la diócesis. Además, desde 2012 hasta 2018 fue vicario provincial de la provincia Santo Tomás de Villanueva de la Orden de Agustinos Recoletos.
En la Conferencia Episcopal Argentina fue asesor de la Pastoral de Juventud y colaboró con el Equipo de Animación Sinodal de la arquidiócesis de Buenos Aires.
En el área educativa se desempeñó en el colegio San José de la diócesis de San Martín, donde fue asesor de estudios, representante legal y rector pedagógico del secundario; y representante legal del colegio San Agustín en la diócesis de Mar del Plata.
Actualmente en la Vicaría argentina de la Orden de Agustinos Recoletos se desempeña como presidente del Secretariado de Apostolado Ministerial, y consejero y miembro del equipo de economía y patrimonio. Además, es prior y presidente del Equipo de Formación del seminario San Ezequiel Moreno y párroco de Nuestra Señora de Luján, en la localidad bonaerense de San Andrés, a cargo de la Orden de los Agustinos Recoletos.
La diócesis de Mar del Plata
Creada el 11 de febrero de 1957 por el papa Pío XII, comprende, en la provincia de Buenos Aires, los partidos de Balcarce, General Alvarado, General Madariaga, General Pueyrredón, Lobería, Mar Chiquita, Necochea, Pinamar y Villa Gessell, con una superficie de 23.045 km2 y una población de 983.221 habitantes de los cuales el 76 por ciento se confiesan católicos.
Cuenta con 51 parroquias, 143 iglesias y capillas, 77 sacerdotes (55 diocesanos y 22 religiosos), 10 diáconos permanentes, 10 seminaristas mayores, 91 religiosas, 22 casas de religiosas, 11 casas de religiosos, 1 monasterio femenino, 2 santuarios y 56 centros educativos de la Iglesia.

Primeras declaraciones
El flamante obispo auxiliar de Mar del Plata, padre Darío Rubén Quintana OAR, conversó con AICA tras su nombramiento realizado por el papa Francisco, en la mañana del martes 5 de noviembre.
El sacerdote de la Orden de los Agustinos Recoletos, porteño de 48 años, anunció que recibió la noticia “con mucha emoción por este nuevo llamado de Dios”, aunque también “con temor y con temblor ante la tarea que se me encomienda, pero confiado porque voy a una diócesis muy querida y que conozco”.
Entre 2009 y 2012 el sacerdote fue prior de la casa agustina recoleta de Mar del Plata y párroco de Nuestra Señora de Fátima. Asimismo, mencionó que su familia directa vive en la ciudad y que él vivió allí durante varios años de su niñez y juventud. “Habitualmente voy de vacaciones a visitar a mi familia y tengo un contacto directo con los sacerdotes, los seminaristas, con la parroquia de la Orden y también conozco al obispo”.
Sobre su relación con el obispo diocesano de Mar del Plata, monseñor Gabriel Antonio Mestre, el padre Quintana se mostró alegre por compartir con él la tarea pastoral: “Gracias a Dios lo conozco, es muy abierto, conozco su trayectoria pastoral, su ímpetu en el trabajo social y su relación con el clero”. “Ya hablé con monseñor Mestre que, con mucha alegría y confianza, me contó sobre la diócesis, la pastoral y ya está pensando en mi residencia”.
Dijo que eligió la sede de Mar del Plata para su ordenación episcopal y será monseñor Mestre el obispo consagrante, hacia fines de diciembre: “Será antes que empiece la temporada de verano, pensando que en la diócesis hay varias localidades en el interior y debemos comenzar la tarea pastoral”.
Respecto a los desafíos y las realidades de la diócesis marplatense, el nuevo obispo auxiliar indicó: “Tendré un juicio de mayor valor cuando esté allí. Pero me da mucha tranquilidad que, como obispo auxiliar, colaboraré con la tarea diocesana, que es mucha y es buena y, sobre todo, estaré a disposición del obispo en lo que requiera y precise”.
Al concluir, el padre Quintana expresó su alegría por regresar a la ciudad de su familia: “Allí está mi hermano mayor, mis sobrinas y mi madre. Mi familia siempre estuvo muy presente durante mi ministerio. Aunque estamos acostumbrados a estar lejos, porque con la Orden me han tocado distintos lugares. Pero esto será una alegría y un regalo nuevo de Dios, que me permitirme estar cerca de mi familia más directa”.
