Miles de haitianos se unen en oración al cumplirse un mes del terremoto Haití se pone en manos de Dios

Miles de haitianos se unieron hoy en oración por sus muertos al cumplirse un mes del devastador terremoto que causó más de 200.000 víctimas fatales y dejó cerca de un millón de personas en las calles de la capital y otras ciudades.

El gentío se agolpó en el exterior de decenas de iglesias de la capital y en otros lugares habilitados como zona de culto, mientras las actividades cotidianas se han paralizado en esta jornada nacional de luto y por tanto día no laborable.

El terremoto de 7 grados Richter que se registró a las 16 horas 53 minutos y 10 segundos (hora de Haití) del 12 de enero marcó un antes y un después en el país más pobre de América,

Fedner, un hombre de mediana edad que seguía hoy una de las ceremonias religiosas subido en una camioneta junto a dos amigos, recordó que "muchas personas murieron y las familias no encontraron los cuerpos. Todavía hay gente bajo los escombros".

"Hasta ahora no ha habido ceremonia (fúnebre), así que hoy es un día importante, una fecha que permanecerá en nuestro pensamiento. Este día quedará en la memoria de todos los haitianos", subrayó.

Muchos haitianos no pudieron siquiera enterrar a sus familiares y seres queridos, que acabaron en fosas comunes, ni tampoco celebrar sus honras fúnebres.

Bertrand, compañero de Fedner, dijo que esta conmemoración no reemplazará los actos fúnebres que no pudo celebrar para despedir a los familiares que perdió: dos hermanos, una hermana, una tía y un sobrino.

"Esta ceremonia no sustituye a los funerales, pero nos hace pensar en cómo estamos viviendo y en que debemos apoyarnos en Dios", explicó a Efe.

Entre las multitudes que asistieron a las actividades conmemorativas predominaban las ropas de color negro, en señal de duelo, y blanco, propio de los actos fúnebres, tal como pidió el gobierno, que convocó a los haitianos a vivir en un ambiente de "consenso" los actos de hoy.

La conmemoración se inscribe en el mes de luto que fue declarado tras la catástrofe de Puerto Príncipe, que finalizará el 17 de febrero.

La ceremonia principal, bajo una carpa profusamente decorada con flores, se celebró en la escuela de Enfermería de la Universidad de "Notre Dame" (Nuestra Señora), en la zona de Pacot, (sector este de la capital), con la asistencia del presidente, René Préval, del gobierno, de representantes diplomáticos y de personalidades.

Mientras, en Petit Goave, en Jacmel, en Léogane y en otras localidades directamente impactadas por el terremoto se celebraron también actos religiosos.

De igual modo hubo conmemoraciones en otras ciudades del país y en zonas de campo, donde mucha gente seguía las actividades por la radio y por sistemas de megafonía instalados para la ocasión.

Al tratarse de un día no laborable, apenas circula gente por las calles de Puerto Príncipe, casi vacías en comparación a la situación de un día cualquiera, sin actividades comerciales formales en tiendas, oficinas y establecimientos.

Las únicas transacciones que se mantienen son las de los habituales mercadillos callejeros, aunque sin apenas público, así como los repartos de ayuda humanitaria. Incluso en las zonas donde habitualmente hay una gran congestión de tráfico el tránsito es hoy fluido.

Para seguir los actos en un clima de reflexión y meditar juntos, muchos haitianos cerraron al tránsito amplias zonas de algunas calles con piedras y restos de los edificios que quedaron en ruinas y que aún bloquean el paso en varias calles de sectores como Pétion Ville y el centro de la capital.(RD/Efe)

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