Otras voces le acusan de "sembrar el caos" con su intento de reforma sanitaria Obispos USA temen que Trump ponga los intereses del mercado por encima de la salud de las personas
(Cameron Doody).- El presidente Trump consigue por fin derrocar a 'Obamacare', el sistema de salud público ideado por el ex-mandatario demócrata, pero lo hace mal y a medias, según le han replicado los obispos estadounidenses. Tanto, que según plasman los prelados en un comunicado, el republicano ahora corre el riesgo de poner la estabilidad y asequibilidad del mercado por delante de la salud de las personas.
El presidente firmó la semana pasada dos órdenes ejecutivas que forzarán a algunas aseguradoras de salud fuera del mercado, que incrementarán las cuotas que pagan las personas con ingresos bajos y medios y que acrecentarán la deuda pública, según advierten expertos en la materia. Situación la de ahora, advierten los obispos, en la que "habrá que tener mucho cuidado para evitar el riesgo de daño adicional a aquellos que ahora reciben una cobertura de salud" a través de la Ley de Salud Asequible, o conocida como 'Obamacare'.
De particular desasosiego para los prelados norteamericanos es el hecho de que el republicano pondrá fin a las subvenciones federales que reciben las aseguradoras para ayudar a individuos con ingresos bajos. Hecho por el que los obispos sienten una "gran preocupación", afirman.
"La Ley de Salud Asequible no es perfecta, de ninguna de las maneras", expresan, "pero a medida que los líderes intenten abordar los peligros inminentes a la estabilidad y asequilibidad del mercado, no deberán utilizar la cobertura sanitaria de las personas como medida de presión o pieza de negociación". Que la salud se utilizara así como moneda de cambio "golpearía al corazón de la dignidad humana y al derecho fundamental a la atención médica", le advierten a Trump los obispos norteamericanos, sobre todo en lo que se refiere a la salud de los más pobres y vulnerables.
Pero lo que es aún peor, denuncian los prelados, es que las órdenes ejecutivas de Trump ni siquiera abordan "muchos otros problemas importantes más en el sistema de salud de la nación", como son las soluciones que hacen falta en materia de la defensa de la vida, las provisiones de conciencia o el acceso de inmigrantes a servicios médicos. Y todo esto después de los hasta setenta intentos que Trump ha emprendido para reformar el sistema de salud heredado de Obama: fallidos cada uno de ellos por falta de apoyo no solo entre los demócratas sino también entre sus propios republicanos.
El hecho de que Trump haya recurrido a las órdenes ejecutivas para aprobar él solo lo que el Congreso y el Senado se negaban a aprobar también ha sido criticado por otra importante voz dentro de la Iglesia en materia de sanidad pública, la de la religiosa Hija de la Caridad Carol Keehan, presidenta de la Asociación Católica de Salud, quien lamentó que de la reforma chapucera de Trump "nada es consistente con la doctrina social de la Iglesia".
Por su parte, la hermana Simone Campbell, líder del grupo católico de incidencia social NETWORK, emitió un comunicado en el que afirmó que "gente de fe insta al Congreso y a la Administración a cuidar del bien común y a estabilizar el mercado, no a sembrar el caos... Pido a la Administración que abandone todo intento de sabotear la Ley de Salud Asequible y a su vez que actúe para cubrir las necesidades de la gente".
