Antonio Robles: Las elecciones de la ruptura

El 10 de noviembre nos encontraremos de nuevo en la misma alternativa que el 28 de abril: todo puede pasar como lo anunciaba Antonio Robles: «Ya nadie duda de que, si Sánchez logra alcanzar la presidencia con los votos nacionalistas catalanes y batasunos, la quiebra de la nación como espacio común de igualdad de todos los españoles será inevitable.» Sólo depende de nosotros, los electores, el que no pase de nuevo el 10 de noviembre 2019 lo que ya pasó el 28 de abril 2019.

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Las elecciones de la ruptura

31 - 03 - 2019 / ANTONIO ROBLES - ABC

Se ha apoderado de España un fatalismo antropológico enmascarado en análisis electorales. Todos parecen ponerse de acuerdo en considerar que la división de las derechas (PP, Cs y Vox) con un Podemos en caída libre, dará al PSOE de Pedro Sánchez la victoria por la mínima.

No oigo, sin embargo, a nadie considerar la posibilidad de que la gente corriente, harta de tanta obscenidad política, se tome la venganza de mandar a su casa a profesionales de la mentira, la irresponsabilidad y el desprecio a los sentimientos de la nación de todos.

Nunca antes unas elecciones fueron tan decisivas para el futuro de España. Ya nadie duda de que, si Sánchez logra alcanzar la presidencia con los votos nacionalistas catalanes y batasunos, la quiebra de la nación como espacio común de igualdad de todos los españoles será inevitable.

Puede que inicialmente no se fracture territorialmente. pero la confederación que le seguirá legitimará todas las exclusiones que actualmente ya se dan en los territorios nacionalistas; y a la vuelta de una década, la consolidación de las asimetrías, convertirán a España en un Reino de Taifas, enfrentado y sin peso alguno en Europa. Ni lengua común, ni respeto alguno a la cultura y a la historia españolas. Las escuelas se habrán convertido en madrazas legalmente, los medios de comunicación en correctores de la verdad histórica, y los requisitos laborales, los de las nuevas naciones. Las fronteras mentales interiores serán peor que las aduanas de metal. Nadie defenderá a las minorías españolas atrapadas en esas nuevas naciones, ningún Tribunal Supremo corregirá abusos jurídicos a consecuencia de la atomización de la Justicia, ni habrá un corrector del Estado Social y Democrático de Derecho de una España descuartiza da emocionalmente. Normativas administrativas distintas, disputas por el agua de los mismos ríos que recorren distintos territorios, rivalidades deportivas violentas...

Todo puede pasar el 28 de abril. Pero nada volverá a ser como antes. La ciudadanía que ha soliviantado Vox ha puesto pie en pared, harta de aguantar abusos y humillaciones de nacionalistas, de un Estado garantista en exceso y de una izquierda adolescente, antiespañola y buenista, perdida desde la caída del Muro. Vox ha despertado al PP y ha laminado a Cs. Y nadie parece percatarse que hace falta un partido de centro izquierda español que vuelva a amar a su país. España solo sobrevivirá si la izquierda y la derecha renuncian a monopolizar el poder, y pacten entre ellas las cuestiones de Estado.

Fuente: Antonio Robles: Las elecciones de la ruptura

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