María José Peña: Apuntes tras el debate de los portavoces

En definitiva, un debate sin altura, que con la presencia de las envilecidas ideas del nacionalismo allí presentes era un poco más de lo rancio y desvergonzado de siempre que ya conocemos; un debate dirigido con cierto temor por el moderador, pero al que dos señoras han conseguido elevar con su fuerza y su valentía.

Debate a 7 portavoces

APUNTES TRAS EL DEBATE

No comprendo por qué un debate que puede decidir el voto tiene que tener una fractura tan encorsetada y tan inútil, y ello porque con la rígida distribución de tiempos, los problemas quedan apenas esbozados sin que los intervinientes tengan ocasión suficiente de matizar lo propio o de interpelar al contrario

Pero dicho esto, vamos a los candidatos.

El nacionalismo vasco, tenía poco que decir respecto a cuestiones nacionales; el Sr.Esteban estába allí para “lo suyo”, como siempre, y con tal que lo suyo no se lo toquen le da un poco igual todo lo demás. Ni él debería estar en el debate ni su grupo en el Congreso. Pero ya casi ni nos extraña ver allí, entre españoles, debatiendo sobre cuestiones de España, a quien desprecia tal condición y se sitúa al margen de los intereses de España.

Todo lo dicho para el Sr.Esteban es extensible al Sr. Rufian, pero algo más queremos decir de él. Sr. Rufián, ¡quién le ha visto y quien le ve!, temeroso de que su Partido quede fuera de juego, arrumbadito como está su Jefe, trata de salvar su lugar entre todos los demás para que el futuro, en mejor situación, les encuentre preparados para el golpe final. Su falsa moderación, su llamada constante al “diálogo”, su respeto súbito por unos y otros… ¿será posible que aún pueda engañar a alguien?. Pues a la Sra. Lastra parece que sí, un poquito, como ella a él, ¡se necesitan tanto!.

El Sr.Espinosa de los Monteros, era la revelación de la noche. Su discurso es sólido pero, todos contra él, resultaba difícil exponerlo bien, con tranquilidad y moderación. Y, verdaderamente, VOX tiene muchas cosas que decir, por lo que poner el acento en la distancia a la que se sitúa de todos los demás y poner como bandera la que jamás apoyarán o se abstendrán ante Sánchez, no contribuye a mostrar el discurso propio que es el que gusta a una parte del electorado. Este se conoce más por otras intervenciones que por lo que se haya podido decir esta noche. Pero lo que me ha sorprendido, y mucho, ha sido que ni el presentador ni los demás participantes hayan elevado la voz cuando el racista del grupo se ha permitido llamarle fascista.

No señores, todo no vale, y allí las reglas del juego democrático las estaban siguiendo todos, el SrEspinosa de los Monteros también, y el respeto a la Ley del Estado democrático, el Sr.Espinosa de los Monteros y su grupo, las respeta más que el SrEsteban o el Sr.Rufián y sus respectivos grupos. Así que me indigna que se crea que contra VOX todo vale. ¿Se hubiera tolerado que allí, en un debate público que se supone educado y respetuoso, se le hubiera dicho "fascista" a cualquiera de los otros participantes?.

La mayor penita me la ha dado la Sra. Lastra porque cuando no se sabe qué decir, resulta difícil hablar. Su discurso oscilante, tratando de salvar sus muebles y no enfadarse mucho con nadie, porque quién sabe a quién se podrá necesitar, se ha manifestado en la línea propia que sigue el PSOE de Pedro Sánchez: palabrería sin sentido ni dirección.

Me ha gustado la rotundidad de la Sra. Montero en sus reivindicaciones sociales; lástima que la credibilidad que un día despertaron esté ya irremisiblemente perdida. Así que no, ya no cuela Sra.Montero. Ya hemos aprendido a advertir la distancia entre las palabras y los hechos. Pero ha sabido usted cantarle las cuarenta a la Sra. Lastra y eso ha aclarado las cosas, más entre ustedes, donde media resentimiento, que entre los que ya las teníamos aclaradas. Lo de estas señoras y sus formaciones es un divorcio contencioso de los malos. Y me temo que será largo.

Contundente, como siempre, me ha parecido la Sra. Alvarez de Toledo. Y sincera, muy sincera. Y noble. Y justa. Su discurso racional y radical creo, sin embargo, que no ha conseguido la aproximación al espectador. Espero que sí la haya conseguido con el votante. Y es que, en este panorama de medianías en el que tantos años llevamos viviendo, un discurso sólidamente intelectual y decidido, como el suyo, aún resulta algo extraño. Pero ella y su estilo elevan la política y le dan al debate el tono que la codicia cínica de los Aitors Esteban y el desprecio de Ley y modales de los Rufianes hace tiempo que le quitaron. Sra. Alvarez de Toledo, le deseo mucha suerte en la política porque si la tiene usted, la tendremos todos.

Y, finalmente, la Sra. Arrimadas. No es la más seria, suele interrumpir "por lo bajini", pero es la que ha tenido el discurso más afortunado, más agradable, más cercano y más fresco y natural; el más próximo al ciudadano. Es clara, directa… ¡y angelical!. Creo que es una gran político y creo que mientras ella esté en C's, éste Partido no desaparece. Pero claro, una flor no hace verano…

En definitiva, un debate sin altura, que con la presencia de las envilecidas ideas del nacionalismo allí presentes era un poco más de lo rancio y desvergonzado de siempre que ya conocemos, tal y como han demostrado sus representantes en sus intervenciones; un debate dirigido con cierto temor por el moderador, pero al que dos señoras han conseguido elevar con su fuerza y su valentía. Ellas suponen la renovación de lo que hay. Son indispensables.

Fuente: María José Peña: Apuntes tras el debate

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