María-José Peña: Una parte del Estado echa a las fieras a sus mejores servidores

Marí-José Peña

Desde Bruselas compartimos la consternación de María-José Peña: Hace unos años este odio que aquellos terribles días sufrió la Guardia Civil y la Policía Nacional no tenía cabida en nuestra sociedad catalana.

Nos preguntamos con ella: ¿Qué ha pasado para que ello haya sido posible?

Nos apena la terrible verdad de su diáfana explicación: La voluntad de la dirigencia nacionalista de crear e imponer una identidad y un victimismo que generase lo que ya hemos visto, lo que estamos viendo cada día: la destrucción de una sociedad, la quiebra de la posibilidad de convivir, la ruptura fatal entre unos y otros y el odio insensato e injustificado de unos, sólo de unos, contra los otros. Y la creación de la fieras.

Salvador GARCÍA BARDÓN

-oOo-

María-José Peña

¡A LAS FIERAS!

Cada día es, en la España política de nuestros amores, una jornada de noticias. Ahora, en que se calientan motores para las próximas elecciones generales del 28 de Abril, más.Así que, los que tenemos interés en la cuestión vamos de sobresalto en sobresalto. Pero, ni los “fichajes” de los Partidos para incorporar a su listas electorales figuras mediáticas sin que tenga importancia la afinidad mostrada antes con el Partido de que se trate, ni la decencia en respetar los procedimientos internos de participación de afiliados, ni las “caídas” espectaculares de otros que parecían estar ya en la cúspide o a punto de ascenso hacia dicho lugar, ni siquiera las burlas de las autoridades autonómicas catalanas a la Junta Electoral y a sus decisiones, ni tampoco el silencio bochornoso del Gobierno ante la cuestión, es lo más grave que he oído hoy.

Causa rubor, desde luego, que el Estado del que formamos parte se halle tan inerme ante la provocación, la burla y la desobediencia de las autoridades autonómicas y más rubor aún la dejación del Gobierno ante la cuestión, quizá pretendiendo asegurarse con esa actitud amable hacia el subvertido nacionalismo institucional la posibilidad misma de pactar de nuevo con tales autoridades su permanencia en el poder del que a ningún precio quiere descender. 

Parece que no contábamos con que este proceder pudiera darse y no se había legislado suficientemente al respecto ni con la contundencia precisa, pues en el mejor de los casos el burlador desafiante, (máximo representante del Estado en Cataluña, no lo olvidemos) será condenado dentro de bastante tiempo a la inhabilitación o a una multa máxima de 3.000,00 euros. Nimiedades. Mientras tanto, nada interrumpirá su insultante proceder. Seguirá haciendo o deshaciendo lo que le venga en gana sin mayor sujeción a las Leyes ni menor consideración a ciudadanos en cuyo interés debiera gobernar, ni a órganos del Estado a quienes debiera respetar .

Pero, con todo, no es nada de eso lo que más me ha “tocado” el día de hoy. Lo que más me ha tocado el corazón han sido los hechos relatados por los guardias civiles que han testificado hoy sobre los días de la violencia que en el TS se están enjuiciando. Frente a la desmemoria de los políticos, frente a las evasivas de unos y las justificaciones de otros, frente a las estudiadas declaraciones de muchos eludiendo las propias responsabilidades o, sencillamente, trasladándoselas a otros, frente a las increíbles declaraciones de muchos orillando contestar con certidumbre o fingiendo una ignorancia difícil de probar, los testigos que forman parte de la Guardia Civil han dado a todos un ejemplo de memoria, responsabilidad, sentido del deber y narración exacta y detallada de los hechos que presenciaron. 

coche de la guardia civil vandalizado

No sé qué incidencia tendrán estas declaraciones en la valoración jurídica que dé la Sala a los hechos que se juzgan, pero sé que las palabras de estos Guardias civiles, servidores de todos y garantes de nuestra seguridad y nuestro orden jurídico, sonaron a mis oídos y supongo que a los de muchos más, como compendio de la decencia profesional, la seguridad y la precisión ante hechos gravísimos, tan ausentes entre los demás. Y más que a mis oídos, como un torpedo llegó a mi corazón a través de sus palabras el doloroso sentimiento del odio que se les dispensó. Nadie en aquellos aciagos días se atuvo en mayor medida que ellos al deber de respeto a la Ley y a los ciudadanos a quienes ésta ampara.

Hace unos años este odio que aquellos terribles días sufrió la Guardia Civil y la Policía Nacional no tenía cabida en nuestra sociedad catalana. 

¿Qué ha pasado para que ello haya sido posible?. ¿Qué ha hecho la Guardia Civil para ser objeto del odio desatado de aquella turba que les insultaba, les amenazaba de palabra y gesto con echarles y matarles, les lanzaba vallas metálicas al paso, golpeaba sus coches, quitaba las tapas galvanizadas de los suelos para que se hundieran en sus agujeros, todo ello mientras vociferaban agresivos y les consideraban a ellos, servidores públicos, fuerzas de ocupación? ¿Qué, qué es lo que ha pasado para que ocurra esto?.

Pues nada, las fuerzas de seguridad no han hecho nada, y nada ha ocurrido entre unos y otros que generara tal desafección de aquella turba enardecida.

Lo único que ha mediado ha sido la voluntad de la dirigencia nacionalista de crear e imponer una identidad y un victimismo que generase lo que ya hemos visto, lo que estamos viendo cada día: la destrucción de una sociedad, la quiebra de la posibilidad de convivir, la ruptura fatal entre unos y otros y el odio insensato e injustificado de unos, sólo de unos, contra los otros. Y la creación de la fieras. No podemos seguir así. No debiéramos seguir así, pero quienes imponen esta estrategia de desafío a las leyes y de violencia hacia sus representantes, están libres y con todas los instrumentos que el Estado reconoce a sus cargos en uso; y quienes están en el Gobierno antes y ahora y pudieran detener e impedir esos desnaturalizados usos o guardan silencio o alientan los mismos. 

Por eso hoy no puedo más que llorar por estos defensores del Estado a los que una parte del Estado al que sirven les echa a las fieras. 

-oOo-

46 Tú, CristinaCasanova Seuma, Teresa Ferrusola Bosch y 43 personas más 15 comentarios.

Comentarios

Trinidad Gil: Vergüenza total querida amiga, los que tienen que aplicar justicia y los testigos parecen ser "los juzgados" en esta parodia interminable

3

Cristina Casanova Seuma: Hace una semana que están relatando hechos que te ponen la piel de gallina de terror hacia los gobernantes de Cataluña y los dirigentes de OMNIUM y ANC y que te ponen la piel de gallina de respeto hacia la Guadia Civil y los jueces. Gracias APROGC por vuestro trabajo. Respecto a los abogados, otros que dan vergüenza, una inmensa vergüenza.

5

Elvira Fuentes Luengo: Muy cierto todo lo que relatas y cómo lo relatas . Creo que es el sentimiento más compartido estos días entre los ciudadanos. Necesitamos algo a lo que asirnos y ahí está. Hoy, al relato de un guardia que contaba cómo al grupo de 8 o 10 que hacían un registro les esperaban unas 400 o 500 personas gritando en plan agresivo consignas amenazantes, el abogado de la defensa pregunto: ¿Pero hubo agresión, golpes al coche, en fin, acto violento? Se ve que la proporción 400 a 10, sin protecciones ni defensas, no le parecían suficiente amenaza. Me hubiera gustado verlo en esa situación a ver cómo lo calificaba. Espero, al menos, que tanta profesionalidad surta sus frutos.

6

Cristina Tena Iglesias: Elvira Fuentes Luengo no se si es el mismo relato, pero El juez Marchena llamó la atención al abogado Pina - Oiga que esto no es un careo- y Pina, rojo, perdón perdón perdón.

2

Manuel Cueto Marin: Y significativo, María José, que la inmensa mayoría de ellos juren decir la verdad y no prometan , al menos para mí.

4

Rosa Madrid: Después de lo oído ante el juez aumenta mi admiración y reconocimiento a la GC y PN; se me encoge el corazón cuando relatan lo vivido. Y más cuando pienso lo mal pagados que están; no somos muchos los que estaríamos dispuestos a pasar por eso, por un sueldo miserable y mal alojamiento; una lección a los políticos, eso es servicio al país haciendo y padeciendo sin grandes proclamas. ¿Revolución de las sonrisas?, ¡venga ya!, es odio, es la revolución del odio a parte de tu familia, vecinos, amigos, compañeros de trabajo.

5

Fernando Castillo Gonzalez: Sensible y bien relatado, como siempre, Maria Jose Peña

Maria Jose Peña: Gracias.

Rafa Flores: En cierta forma -y trataré de elaborarlo- veo que los nacionalismos se comportan como la parte peor de las religiones. Es decir, el convencimiento mesiánico de que se está en posesión de una verdad superior que puede eliminar a las otras. Ahí radica su interés político. Un grupo "religioso" unido frente a una salvación que está próxima de conseguir puede dar lugar a cualquier tipo de inquisición y…. es cuestión de ponerlo en marcha.

2

José M. Roca Discrepo amablemente, Maria Jose Peña. Y entiendo tu enfado, que también es el mío, ante esta continua tomadura de pelo en que se ha instalado no sólo Torra, sino el Govern. Una política dedicada, no a gobernar en Cataluña, como es su obligación (que ese sí es el mandato recibido de las urnas), sino a estorbar y a encrespar los ánimos en el resto de España y, a ser posible, en Europa, convirtiendo los insensatos deseos de unos pocos en el primer problema nacional y, a ser posible, continental, según mandato recibido de los dirigentes encarcelados y del gran ausente que vive en Waterloo. 

Resistir a la aplicación de las leyes, las españolas y las catalanas, porque la exhibición de pancartas separatistas y lazos en instituciones públicas no es sólo un desafío a Madrid, al gobierno central o a España, sino una muestra de ventajismo electoral respecto a los partidos políticos catalanes que no son separatistas. 

Lo curioso del caso, que revela la mentalidad del personaje y la actitud poco gallarda de los indepes, es cómo se expresa esta "resistencia" contra España, que se hace a base de mucha palabrería huera, de trucos y cambalaches y de maniobras de presunta astucia, propias del pequeño tendero provinciano, del dueño del colmado que te tima en el peso o se equivoca a su favor al devolverte el cambio. Es decir, una política de grandes ambiciones, pero de recoger calderilla. No hay grandeza, hay trileros. Y esto cabrea, pero hay que aguantar el cabreo y dejar que las instituciones hagan su trabajo: se apercibe, se reitera, la otra parte recurre, se vuelve a actuar y así sucesivamente… 

Es así, la democracia es lenta, porque ofrece garantías incluso a quienes quieren acabar con ella. Hay que dejar que se recorran todos los pasos de procedimientos que son largos, que es lo que los separatistas no han hecho, que en su ámbito han actuado a la brava, cambiando la legalidad a su gusto (por eso están donde están), pues lo que vienen buscando desde hace tiempo, no lo olvidemos, es que el gobierno central se salte algún trámite para acusarle en seguida de no democrático, de opresor y de facha. 

No hay que darles pretextos para el victimismo, sino aplicar la ley, en la forma que corresponda, y dejar que se vayan cociendo en su propia salsa. Tranquilidad y la mejor de las sonrisas. El camino es largo y todo puede ser friendly.

1

Maria Jose Peña: No; no discrepamos, querido José M. Roca. A pesar de mi ira y mi tristeza, a pesar de que quisiera respuestas prontas a problemas que ni imaginé pudieran presentarse alguna vez, sé bien que no hay otro camino más que el que señalas: contención y aplicación estricta de la Ley cuando llegue el momento y tras el procedimiento que se deba seguir.

Pero la vida nos empuja, no da demasiado tiempo a nadie y todos ansiaríamos ver resueltos en el nuestro los despropósitos que nos marcaron. Un abrazo afectuoso.

1

Carmen Leal Adán: Magnífica reflexión, María José. Los mejores servidores del Estado les han dado una lección de responsabilidad y dignidad a estos políticos que nos han tocado en suerte, «desmemoriados» y cobardes que no les llegan ni a la suela de los zapatos de estos Guardias Civiles

3

Cristina Tena Iglesias: Qué bien relatado, los escuché entusiasmada, pues no hay derecho el daño que se le ha hecho a la GC .

4

Carmen AFernandez Es una tomadura de pelo... Burlándose de la ley a la que prometieron defender.1

Fuente: Maria Jose Peña: ¡A LAS FIERAS!

22 de marzo a las 00:09 ·

Volver arriba