Un día en la trapa

Un día en la trapa

Silencio remecido de presencia orante.
Vigilia enamorada, no impuesta, deseada.
Canto de salmodias bello y austero, sobrio e intenso.

Soledad de la celda, hecha palabra.
Liturgia a ritmo de danza, acompasada.
Llamada permanente al interior del alma.

Pasos peregrinos del altar de luz, a la mesa austera.
Desierto de los claustros, habitados por alas invisibles.
Olor a santidad anónima, y concreta.

Horas marcadas con el tañido de la campana.
Gestos insinuados de fraterna mirada, sin demanda.
La luz se vive reflejada en rostros siempre atentos.

Discurre la jornada en artesana tarea de las manos.
Sin prisa ni pausa, todo es embeleso.
El amor ensancha los muros del monasterio.

La noche se anhela por la maternal mirada.
La última plegaria, hecha poema.
El silencio envuelve de cogulla blanca los esfuerzos.

Y así cada jornada, siempre nueva.
Desde antes del alba, hasta el ocaso.
Toda la vida hecha alabanza.


Venta de Baños, 11 de noviembre, 2011
Fiesta de San Martín de Tours.
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