Preces de los Fieles (Miércoles de Ceniza 05.03.2014)

La ceniza recibida en nuestra cabeza es señal de que queremos vivir la cuaresma.
Durante cuarenta días revisaremos nuestra vida a la luz del amor de Dios.
Ello nos servirá para crecer en su amor y vivir más profundamente la Pascua.
Manifestemos nuestro buen deseo diciendo: queremos vivir en Amor.

Por la Iglesia:
que se sienta urgida a revisar su vida y su organización desde el Amor del Padre;
que elimine toda apariencia de ostentación, riqueza y boato;
que se atreva a poner en el centro de su acción el cuidado de los más pobres.
Roguemos al Señor: queremos vivir en Amor.

Por quienes presiden las comunidades cristianas:
que no apaguen el Espíritu, sino que respeten y alienten lo que es bueno;
que brillen por su amor pastoral, buscando la oveja perdida;
que sean capaces de dialogar, cambiar usos y normas vacíos e ineficaces;
Roguemos al Señor: queremos vivir en Amor.

Por nuestra sociedad, nuestro pueblo:
que crezca en reflexión, en acogida, en compromiso social;
que sea capaz de analizar los problemas y buscar soluciones justas;
que los más débiles encuentren ayuda solidaria.
Roguemos al Señor: queremos vivir en Amor.

Por los enfermos, los parados, los niños más desprotegidos...:
que perciban nuestro ayunos y abstinencia como atención y cuidado de su vida;
que se conviertan al Amor del Padre que les acompaña y fortalece;
que maduren en aceptar la fragilidad y en luchar por superarla.
Roguemos al Señor: queremos vivir en Amor.

Por quienes hemos venido a esta celebración:
que ahondemos en el significado de la ceniza que recibimos;
que iniciemos la cuaresma con voluntad de realizarla bien;
que meditemos la Palabra, hagamos oración, vivamos el amor con obras.
Roguemos al Señor: queremos vivir en Amor.

Queremos, Señor, restablecer tu amor en nuestras personas;
que tu Espíritu conduzca nuestra ayuda a los hermanos,
oriente nuestra oración al Padre,
sostenga nuestro esfuerzo por ser señores de nosotros mismos.
Para que celebremos tu pascua, tu paso de la muerte a la vida,
contigo que vives por siglos de los siglos.

Amén.

Rufo González
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