Sacerdotes de película: secundarios pero imprescindibles (12)


Queremos terminar este estudio sobre la figura del sacerdote en el cine recordando algunos personajes secundarios que representan ejemplos sugerentes desde el punto de vista del servicio ministerial. Comenzaremos con un clásico. En Adivina quien viene esta noche (1967) Monseñor Ryan es un amigo de la familia que por su especial confianza con el matrimonio formado por Matt (Spencer Tracy) y Christina (Katharine Hepburn) intercede, con la complicidad de ella, para que el padre acepte el deseo, por otra parte inevitable, de la boda de su hija Joey con el joven médico negro John (Sidney Poitier). Especialmente significativo es el diálogo del sacerdote con Matt en su habitación intentándole convencer para que cambie su cerrada postura.


La figura del férreo padre Collins (Trevor Howard) en La hija de Ryan (1970), representa al pastor identificado con su pueblo, irlandés bajo dominio inglés, que cuida de sus feligreses ayudando a la inmadura y romántica Rosy Ryan (Sarah Miles) a que permanezca en su matrimonio con un enamorado pero inexpresivo maestro interpretado por Robert Mitchum. La sensibilidad del sacerdote para advertir y acompañar, para sostener y cuidar es un modelo inolvidable.

El Bravo (1997) es una extraña película dirigida por Johnny Depp. En medio de una situación de gran pobreza en Morgantown, el indio Raphael va ha aceptar en la desesperación ser sacrificado en una snuff-movie para con el dinero cobrado poder dar un futuro a su esposa y sus dos hijos. El padre Stratton se opondrá con todas sus fuerzas a la decisión de Raphael pero le ayudará a cumplir su propósito de hacer llegar el dinero a su familia. Un acompañamiento claro en los valores pero compasivo en la actuación.

En la gran película que es Una historia verdadera (1999) de David Linch hay una escena sorprendente donde aparece un sacerdote católico en medio de un cementerio cuando el protagonista, Alvin Straight (Richard Farnsworth), descansa tras una jornada de recorrido en su máquina corta césped. Va haciendo un camino de reconciliación interior que tiene como destino llegar a hacer las paces con su hermano con el que hace diez años que no se habla. Y allí el viejo Alvin en el final de su vida hará una confesión de su pecado, tan viejo como la historia de Caín y Abel, a la que el sacerdote contestará que Amén. Y este será el paso previo para la reconciliación definitiva.


Hijos de un mismo Dios (2001) cuenta la historia de Romek (Haley Joel Osment) que es un niño judío que vive escondido en un pueblo rural polaco protegido por una familia y por el párroco del lugar (Willem Dafoe). Por una serie de enfrentamiento en el grupo de niños, la violencia del mundo adulto se traspasa a los pequeños y la tragedia se agudiza con la entrega voluntaria del pequeño Tolo (Liam Hess) que quiere parecerse a Jesucristo. La figura del sacerdote representa la generosidad impotente ante la fuerza del mal, la lucidez acogedora hacia el niño judío, el acompañamiento pastoral de los pequeños y la apertura a la esperanza a través de la Eucaristía.

Bajo la estela de los sacerdotes educadores valientes tenemos en Machuca (2004) de Andrés Wood al padre McEnroe (Ernesto Malbrán) que es el director del colegio chileno donde acuden dos chicos de muy distinto origen social, Gonzalo Infante (Matías Quer) hijo de una familia acomodada y Pedro Machuca (Ariel Mataluna) que vive en las chabolas del extrarradio de Santiago en 1973. Empeñado con una educación que garantice la igualdad de oportunidades y la justicia este sacerdote se enfrenta a las autoridades durante el golpe de estado militar y retira la reserva del Santísimo recordando que aquel lugar ya no puede ser un sitio donde Dios pueda permanecer.


Clint Eastwood hace aparecer de vez en cuando sacerdotes en sus películas. En Million Dollar Baby (2005) Frankie Dunn es un duro pero bondadoso entrenador de boxeo que acompaña a una joven principiante hasta que se hace una campeona. En su historia tiene la dolorosa experiencia de la separación de su hija y habitualmente va a misa y se confiesa con el padre Horvak. Cuando tras un terrible accidente en el cuadrilátero Maggie Fitzgerald queda tetrapléjica ésta le solicita a su entrenador y amigo/padre que le ayude a morir. Frankie viene a pedir consejo al sacerdote y este le dice que se aparte y que no haga de Dios. Sin embargo Frankie no le hará caso.


Distinto final del que tienen Walt Kowalski (Clint Eastwood) y el joven padre Janovich (Christopher Carley). En esta ocasión la relación empieza fatal cuando el sacerdote se acerca al viejo y gruñón Walt para decirle que tiene la misión, por encargo de su esposa difunta, que ha de conseguir que él se confiese. Sin embargo, la relación se va profundizando desde el proceso de conversión de Walt a través del ejercicio de la paternidad con dos jóvenes vecinos. Este camino le llevará a confesarse y entregar su vida en un gesto claramente crístico. Y el sacerdote concluirá la película con unas palabras en el funeral donde destaca el descubrimiento que para él ha supuesto conocer al Sr. Kowlaski. Terminamos este recorrido con tres breves citas. El reverendo Bock que pide a sus feligreses que sigan el ejemplo de Jesús para acoger a la muñeca de Lars y una chica de verdad. El padre Michel Da Costa que acompaña el proceso de conversión del joven terrorista de “Requiem por los que van a morir”. Y el sacerdote que acompaña a los feligreses que van a ser asesinados en el episodio de la masacre de Santa Anna de Stazzema, durante la Segunda Guerra Mundialtal y como queda reflejado en la película El milagro de Santa Ana (2008) de Spike Lee.

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