Mentiras sobre el SIDA.

Tengo entendido, y por un amigo licenciado en física teórica y que pronto será toda una eminencia en la mecánica cuántica (me atrevo a decirlo), que existe un grupo de físicos que se niegan a aceptar la mecánica cuántica, en su lugar han desarrollado una teoría matemática verdaderamente complicada, que es muy enrevesada y endiablada. Desconozco si la teoría da éxitos, pero supongo que su esfuerzo bien merece la pena porque por lo menos se están molestando en hacer ciencia, aunque tal vez sea (y es muy posible que así sea) en la dirección incorrecta.
No es broma si les cuento que un famoso matemático cuyo nombre no logro acordarme, estudió los números complejos jactándose que estos jamás tendrían aplicación ninguna a la física. Si hubiera vivido unas décadas más, y hubiera comprobado para que sirvió su trabajo, estoy seguro que se hubiera llevado una decepción. Pero como les digo, en ciencia tenemos individuos raros pero que por lo menos hacen ciencia.
Ahora bien, yo describo a los indeseables como aquellos que niegan directamente las verdades científicas o las cuestionan sin aportar realmente nada a cambio, si por lo menos las refutasen se haría ciencia.
He comprobado que en medicina tienen la negra con el SIDA. Hay una minoría absoluta de médicos que proclama que el VIH no existe, y otra minoría que dice que si existe pero que no produce el SIDA. Estos alegan ingeniosamente que el sistema inmune llega a padecer un estrés y por eso surge el VIH o incluso insinúan que una veintena de distintos virus que no son el VIH deprimen el sistema inmunológico. Incluso afirman que las fotitos que se tienen del virus, son falsas. Otros incluso dice que el SIDA es producido por los antivirales que se les dan a los pacientes.
Comprobando en el google, veo que esta gente tiene muchos seguidores y hasta tienen difusión. En una ocasión un mandatario africano negó la existencia del virus. La Wykipedia identifica bien quienes son los tipos que andan detrás de esta gente.
Mi único y querido hermano, me viene justo ayer diciéndome muy convencido que ha leído las extravagantes teorías de esta gente y le parecen muy certeras, inclusive con que no se ha podido fotografiar a un virus del SIDA. Me toca pues explicarle que no es verdad, que no se lo crea. Me parece gravísimo que esta gente juegue mintiendo, y que muchas personas terminen por creerlas.
La evidencia científica que demuestra que existe un agente infectante (VIH) que produce el SIDA es que todo enfermo de SIDA o seropositivo, puede infectar a otra persona que no era seropositiva o enferma de SIDA. Más claro que esto el agua.
En segundo lugar, se tiene tan identificado al agente patógeno, que este reacciona ante una variedad de tratamientos antiretrovirales que impiden su reproducción, en especial atacando a las encimas que hacen posible su replicación dentro de los linfocitos. Por tanto lo de la veintena de virus es un disparate, y más cuando los antivirales tienden a ser específicos de cada tipo de virus. Además, el tratamiento del VIH no sirve para prevenir gripes, hepatitis o herpes, solo sirven para un tipo específico de virus identificado. Sorprende que una colección distinta de virus muestre misma sensibilidad al mismo tipo de antivirus.
Y en cuanto a los que afirman que los antivirales producen el SIDA, basta con decir que sin ellos la gente se muere por el SIDA, y con ellos la enfermedad remite los síntomas y los pacientes se convierten en simples portadores dejando este antiviral acorralado al virus.
No perderé el tiempo en este post lanzando nuevamente mi acusación a la Universidad de Navarra por mantener en plantilla a médicos que difunden, en contra de la opinión médica, que los preservativos no son eficaces en la lucha contra el SIDA, llegando alguno a decir que hay poros que permiten el paso del VIH. Lo de los poros ya demostré con un experimento casero, y de bajo coste, que es muy difícil que un virus traspase el condón si prácticamente el látex de los condones no sirve como superficie permeable que permita el traspaso de partículas de tamaños atómicos. Pues a ellos los seguiré señalando.