Solo un beso
Casim es un joven escocés de origen musulmán. Es un buen disc-jockey y apasionado de la música. Sueña con abrir un club propio con su me-jor amigo, Hamid, un sueño que se toma muy en serio. Ha estudiado contabilidad, pero no quiere ejercer. Sus padres, Tariq y Sadia, emigraron al Reino Unido en los años sesenta, procedentes de Pakistán. En Glasgow, donde la familia se ha instalado, tienen una tienda de comestibles y prensa. Tariq y Sadia, musulmanes devotos, han decidido que Casim se case con su prima Jasmine, la sobrina preferida de Sadia. La boda debe celebrarse a los pocos meses, y Tariq está haciendo una obra de ampliación de su casa para que la pareja viva allí.Casim tiene dos hermanas: Rucksana, la mayor, conoce a un joven del agrado de sus padres, con el que llegará a comprometerse. La pequeña, Tahara, de dieciocho años, es la más directa de la familia; típica escocesa rebelde, está terminando sus estudios secundarios en un instituto católico cercano. Una de sus profesoras es Roisin, una joven que da clases de música. Cuando Casim y Roisin se conocen, sienten una fuerte atracción y empiezan una relación en secreto. Para ellos, que él sea musulmán y ella católica no supone ningún problema, pero pronto se ve claramente que las diferencias religiosas y culturales sí lo son para otras personas, especialmente para la familia de Casim.
Rosin padece el quedarse sin trabajo en la escuela católica, un cura no le firma su certificado de idoneidad, y aunque el director del centro lucha para que ella se quede (por ser una docente de primera), los integristas logran expulsarla.
Las cosas en la familia de Casim van a peor, el honor familiar por esta relación mancillado, y por intentar algo con Rosin su hermana Rucksana le cancelan el matrimonio. El final es mejor verlo.
Con esto que les expongo critico y denuncio esta injusticia que organizan algunos impresentables contra el prójimo solo por defender los esquemas mentales. La película es una auténtica denuncia de aquellos que ponen la religión, la cultura, el honor y la moral por encima de las personas.
El cura integrista y los integristas ponen la moral por encima del hombre, la idoneidad católica por encima de la calidad de la docencia, y la religión por encima del matrimonio entre dos personas. Dispuesto está el cura a transigir una nulidad matrimonial, pero poco dispuesto a que surja un matrimonio mixto en el que no se imponga la religión católica sobre los hijos o sobre el marido.
Los padres de Casim y la comunidad musulmana ponen el honor, la cultura, la raza, los valores morales, por encima de la felicidad de su hijo. Incluso a su hija pequeña no quieren que estudie periodismo en otra universidad de mayor prestigio por algo semejante. Concertar los matrimonios entre primos y entre familias es lo que para ellos vale más en el matrimonio, incluso las dotes y la descendencia.
Como digo, buena película, buena denuncia, y me alegro por esta película. Desde luego no pienso ni por asomo hacer caso de esos hipócritas de fariseos, que creían que los judíos los eligió Dios para que se les sometieran a la ley. Es curioso como Dios, en la persona de Jesucristo hizo esa denuncia, y que fácil es olvidarla. Prueba de ello son los del carné de católicos, los que van poniendo o buscando las pajas en ojo ajeno, los que predican contra el condón fuera y dentro del matrimonio y luego enseñan eso de la marcha atrás, porque por lo que dicen es naturalísimo.
Pues si, y debo recordar en esta España a los profesores de religión, a algunos profesores de colegios católicos donde les despiden si se divorcian, si se juntan a vivir con no sé quien, o si tienen andanzas por barrios rosas. Es curioso como muchos religiosos procuran guardar la intimidad de sus profesores porque hay auténticos hijos de puta que acuden al vicario, al obispo, al general o generala, o a quien sea para buscar el ansiado despido de la cuestionada persona, y luego aplauden a su ateo Federico, a su protestante que tanto ataca a la Virgen María, Cesar Vidal, etc.
También recordar a esos musulmanes que tanto padecen entre los suyos que se les mire como traidores, que en algunos países un vecino malvado les denuncie falsamente de haberse convertido al cristianismo por culpa de la mujer cristiana, o bien que padecen ese rechazo familiar por casarse con quien la cultura, religión, raza y casta lo exige.
