El artículo publicado en
Religion Digital es demoledor. Si es cierto que Maciel tuvo una lista de amantes tan amplia, y es cierto que hasta lo sabían en su congregación y no se dignaron ni a denunciarlo ante el Papa esto ya es un escándalo mayor.
Como lo sabrían en la Legión lo de la hija de Maciel que hasta la colocó estudiando gratis en la Universidad Francisco de Vitoria y nadie dijo nada. Es más, debieron ser hasta órdenes de sus colaboradores algunos de los cuales están hoy gobernando la Legión de Cristo.
Como digo, si la Legión encubrió a su fundador no se sabe lo que puede estar encubriendo ahora. Ya se ha demostrado que son hasta incapaces de denunciar a instancias superiores estos abusos. Por ello es preferible que nombren cuanto antes a un comisario pontificio, alguien externo y que no tenga ninguna implicación con la congregación, alguien que depure responsabilidades y reforme esta institución de la Iglesia. Pero sobre todo, que borre por completo todo rastro fundacional del padre Maciel y sus secuaces. De lo contrario mejor que la cierren.
Si la Iglesia practica una política de perseguir en su interior a los pederastas que mancillen el sacerdocio, debe extender esta persecución a los encubridores que lo consintieron todo. Y si de Maciel era famosa su pederastia y abusos a seminaristas, ahora esta probada y reconocida que era un mujeriego, pues hasta las daba habitación en el seminario de Roma, como a la tal Flora Barragán.