Sobre la condena a Jon Sobrino

Me apena mucho que la Santa Sede este pensando castigar a Jon Sobrino, personalmente no me parece que sean las mejores formas de tratar a una persona que ha dedicado su vida a la iglesia, hasta el punto de jugársela allá en El salvador.

Pero otra cosa que me parece mucho peor es la alegría que decisiones de la santa Sede como esta están despertando en algunos. Me parece fatal que quien confiesa no haber leído su obra le esté acusando de arriano o nestorianismo porque la Santa Sede estima que se echa en falta la divinidad del Jesús histórico. No pienso hacer debates teológicos, creo en la humanidad y divinidad de Cristo y a mi eso por el momento me vale, salvo que un día me interese aprender un poco más del tema.

Pues mi opinión es que siendo Jon Sobrino un sacerdote de mi Iglesia Católica, Apostólica y Romana, siendo además un Jesuita y por tanto un teólogo, y habiendo alcanzado fama y categoría por su extensa obra, pongo en duda que a algunos les de por afirmar que Sobrino sea un arriano.

Lo que se entiende por arrianismo es la negación de la divinidad de Cristo, pero resulta que con esto de las herejías, se acusa siempre a algunos de ser arrianos que luego lo niegan y afirman la divinidad de Cristo. Tamayo es un ejemplo, aunque su caso es realmente complicado, ya que en algunos de sus escritos se centra tanto en la humanidad de Cristo que olvida resaltar su divinidad. Pero de Arriano tiene bien poco. Y Sobrino que es sacerdote, Jesuita, teólogo, y gran experto en teología, y cuyos libros y escritos llevan décadas conociéndose, llamarle arriano constituye una equivocación.

Les animo a esta gente tan gustosa de la ortodoxia, que escriban a Jon sobrino y le pregunten si es arriano o no, seguramente les responderá que no.
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