Los curas de entrevías.

Supe en su día, por un amigo mío próximo a mi obispo Don Antonio María, que los curas de Entrevías meaban fuera del tiesto. Me confirmó lo que ignoraba y me costaba creer, el asunto de las rosquillas. El cardenal envió a Baeza a la parroquia para bajarle de su pedestal a Enrique de Castro, pero en lugar de eso se subió con él al mismo.

Por lo que sé, desde hacía ya muchos años la parroquia no funcionaba como una parroquia. Estaba y está muerta. Más bien lo hacía y hace como centro cultural o sindicato de los vecinos del barrio. A mi me parece bien que los vecinos del barrio puedan usar una parroquia para reunirse por algo importante, el problema es que los salones parroquiales solo sirvan para eso. Además, vienen presumiendo de Iglesia pobre o de ayudar a los pobres y tampoco es que en todos estos años hayan echo mucho por aquellos a los que dicen defender, Entrevías ha cambiado mucho desde entonces.

Conozco curas muy disidentes y críticos con Don Antonio Maria, pero ni uno de ellos es un desagradecido ni van buscando la alcachofa para pagar tan mal a Rouco. Menos para provocarlo. Don Antonio María es muy listo, por lo que mi amigo me dice, está siguiendo la estrategia que ha seguido contra el sector progresista, dejar que la edad o bien la enfermedad barra del mapa a dicho sector. Y no es para menos, algunas de “nuestras figuras” se han dedicado todos estos años a promover la venta de sus libros o la adulación a sus personas más que a generar relevos o sembrar esperanza.

A mi lo de sustituir a un obispo para poner a un teólogo disidente que por donde va lleva sus libros para que alguien los compre me causa cierto rechazo. Otra cosa pienso de aquellos teólogos disidentes más humildes, o bien de frontera, que siembran esperanza y no hacen su discurso sistemático contra los obispos como forma de publicitarse ellos y sus libros.

Los años no perdonarán a los curas de entrevías. Está claro que el cardenal se irá, pero a ellos se los llevará el tiempo, y de la parroquia no quedará tampoco ni un feligrés que la sostenga por que evangelizar no evangelizan. Si por lo menos creasen relevo o lograsen generar vocaciones, habría entrevías por muchos años. Pero al paso que van en menos de una década, como según me informa este amigo, habrán desaparecido, eso si el sucesor de Rouco no mete la pata y acaba por publicitarlos intentando cerrar el chiringuito, el cual se cerrará solo si los dejan en paz.

De las muchas cosas que no soporto son los desagradecidos y los que usan a los pobres como arma arrojadiza contra quienes no les caen simpáticos.
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