Que manía con buscar chantajes

Si quería mi opinión, mi opinión es que no me creo que el Partido Popular haya cedido o claudicado ante los terroristas. Puede que quizás intentase un acercamiento para lograr llevar a efecto una tregua. En cualquier caso no me parece tan mal su iniciativa, aunque de poco ha servido.
Tampoco estoy de acuerdo con los que afirman que el gobierno del PSOE cede al chantaje de ETA. Permítanme corregir al Partido Popular y a los críticos del gobierno, pero decir esto es demagógico. Seamos francos, lo que ha ocurrido en el caso De Juana y con lo que estamos viendo con la política antiterrorista del gobierno no es propia de un gobierno chantajeado, sino que es propia de un tonto, de un pobre hombre con pocas luces y bastante simplón, y de un ministro muy listo, Rubalcaba, tan listo que tal vez esté fraguando la caída del tonto para que venga otro más listo detrás a ocupar el puesto a la presidencia del gobierno. Perdónenme que sugiera una teoría conspirativa.
Leyendo los discursos de obispos, de colectivos, de políticos, de amigos y personalidades, se da uno cuenta de las luces que asisten a unos y a otros, y nuestro presidente Zapatero es hombre de pocas luces, en cambio Rubalcaba tiene demasiadas luces, rectifico, demasiadas sombras.
Tampoco crean ustedes que ETA tiene ahora poder alguno, es mentira. Pero gracias al tonto de mi presidente, y a varios de sus colaboradores, tal vez ETA disfrute ahora de la posibilidad de derribar gobiernos o destituir al propio presidente del gobierno. Pregúntense que ocurriría si ETA organizase un atentado en vísperas de las elecciones o nos pusiera un par de atentados al estilo barajas, es decir, de los que causan victimas mortales sin querer, como quien no quiere la cosa. Ya se vio una vez la capacidad del terrorismo de cambiar los resultaos electorales, y el gobierno está jugando con la posibilidad que ETA le ocasione un daño irreparable.
Pues sepa dicho individuo, ante la pregunta de si regalaré mi voto al PP, que mi voto será, como bien decía mi bisabuelo, del primero que me regale un cerdo para la matanza. Y dado que nadie me lo regala …