El pecado de Sodoma y Gomorra.

Hay muchas formas de destruir la esperanza, y una de ellas consiste en hacer ver que Dios te trata en tu vida con suma dureza. Cesar Vidal es un ejemplo de persona que se dedica a intentar destruir la esperanza y la Fe de muchísimas personas, y sus lacayos protestantes y católicos también. Recientemente este lumbreras ha usado sus conocimientos con la expresa idea de forjar unos artículos en los que dejar claro el castigo de Dios a los homosexuales.
El Dios que presenta Cesar Vidal me parece diabólico. Más bien parece creado por Cesar Vidal para satisfacer su ansiado deseo que en el cielo no van a estar sus apestados. Si por Cesar Vidal fuera el 99% de la población mundial iría al infierno.
No soy de los que crean en los castigos de Dios, sino en la docencia de Dios. Un Dios que a lo largo de la vida te acompaña, te enseña, te comprende, se preocupa y es firme con lo que le gusta y no le gusta pero al fin y al cabo es práctico y comprensivo. “Dios es amor”, eso me enseñaron en las escuelas católicas. ¿Cómo puede alguien que ama castigar con suma dureza a quienes no le corresponden? ¿Cómo podría castigar a quienes correspondiéndole no se comportaron con toda la fidelidad que el desearía?
La historia es escrita por los pueblos supervivientes y victoriosos, no la escriben los muertos ni los derrotados. No podemos interpretar el antiguo testamento sino es desde los evangelios, tampoco podemos ignorar lo que sabemos hoy en día y tampoco lo que ignoramos.
Pienso que Dios no destruyó Sodoma y Gomorra. Me es impensable. Si lo hubiese hecho sería viendo que de ellas podría depender un futuro terrible para el futuro pueblo Israel o la humanidad, se podría suponer razones de causa mayor que justificasen su intervención, pero aun así lo dudo.
Pienso que tal vez Él viese llegar el cataclismo, y comprendiendo la situación horrible en que se encontrarían estas personas, mandaría emisarios los cuales no fueron debidamente escuchados o hasta recibidos. Por ello se aparece ante Abraham, y supongo que Abraham le pide a Dios que detenga la catástrofe o salve a sus conocidos de la ciudad. Dios acepta la petición de Abraham y manda nuevos emisarios para que por solo unos pocos justos salvar estas ciudades de la catastrofe. Entre los justos están Lot y casi toda su familia, pero los yernos, que es de suponer serían justos porque se les ofrece salvarse, se quedan en la ciudad incrédulos por completo de lo que ocurrirá.
Debemos centrarnos debidamente que Abraham y otros de la zona, competidores sin duda con las ciudades de la Pentápolis, al ver su horrenda destrucción bien sea por un meteorito como unos dicen o mediante licuefacción del terreno como se ha sugerido, pensaron lo que toda persona de su tiempo piensa cuando acontece una desdicha, que ha ocurrido un castigo divino. Pero incluso dando por bueno completamente la interpretación literal del relato del génesis, no se entiende como algunos insisten en deleitarse con la destrucción de estas ciudades y no en la misericordia que Dios pensaba aplicar si encontraba en ellas a los famosos 50 justos que luego se redujeron a 10 por negociación de Abraham. El Dios de la misericordia hasta se revela ante Abraham, y esta dispuesto a no tocar dichas ciudades. El problema reside cuando comprueba Dios que estas ciudades quieren insultarle violando y acribillando a sus emisarios, los cuales por ser ángeles es de suponer no pasarían fácilmente desapercibidos para los habitantes.
Hay que dejarlo claro, no es un delito de carne el de Sodoma y Gomorra. No es por homosexualidad de sus habitantes, pues Dios habría castigado antes a griegos y romanos, los cuales tenían desde el infanticidio hasta las más atroces torturas y castigos. Y bien se conocen por la historia una ínfima parte de sus crímenes y matanzas. Dudo que Sodoma supera al loco Calígula o al pésimo artista de Nerón. Dios no usa una doble vara de medir.
Por otra parte no se puede identificar violación con homosexualidad como hace intencionadamente Cesar Vidal. Las violaciones son lo que son, violaciones, y da igual quien sea el violado/a por el violador/a, son todas intrínsecamente malas y más cuando sádicas porque se procura causar daño a alguien logrando con ello el placer propio.

Debo destacar que no entiendo nada bien porque lo importante es la destrucción de estas ciudades, porque solo se menciona esto y nunca se menciona los planes de misericordia de Dios y lo ocurrido después con las hijas de Lot. Sería bueno dejar de seccionar la Biblia a conveniencia para convertir a Dios en el ser cruel y malvado que tanto desea el mismísimo Satanás que pensemos que es Dios.
Cesar Vidal intenta con su escrito destruir la esperanza de los homosexuales en Dios. Y además omite intencionadamente su misericordia. Pienso que Dios es comprensivo, si misericordia intento para Sodoma y Gomorra hasta que estas la rechazaron, si misericordia hubo para las hijas de Lot, misericordia hay y habrá para todos. Pero sobre todo comprensión y amor. Desde luego pienso que Dios no está contra la relación sexual de dos homosexuales, ni creo que vaya a condenar a nadie por ello. Dios está contra todo aquello que persigue hacernos daño o que persigue separarnos de él.
Es más, la viva imagen de Dios fue Jesucristo. Y el trató con una prostituta que le lavó los pies y le llenó de besos y con una mujer adultera, y a ellas las trató con suma comprensión y misericordia. No hizo llover sobre sus cabezas ni granizo ni fuego. Y eso que los que rodeaban a Jesucristo en esos momentos querían maltratarlas o apedrearlas por sus pecados. Desde luego no me extrañaría que las gentes de aquellos tiempos interpretasen que Dios destruyó dichas ciudades, si al fin y al cabo eran capaces de matar a sus semejantes interpretando que era la propia voluntad divina.
Así lo pienso y así lo digo, que Cesar Vidal y sus lacayos dejen de condenar en el nombre de Dios a sus semejantes. Si quieren que condenen en el suyo propio. Pero a Dios déjenlo en Paz, que no hay derecho a perturbar la íntima relación personal del hombre con Dios.