Entierro en lo rural: identidad y consuelo “Con mucho dolor, con más amor” (In memoriam Justi Santos )

La mujer sencilla cuyas alabanzas canta la Escritura. La que vive en la mayor sencillez y construye la vida dando la suya. Las mujeres que hacen grande la historia con el silencio de lo fecundo y la vida oculta de la entrega amada.

“Con mucho dolor, con más amor”

(In memoriam Justi Santos )

Volver a descansar con los suyos

cementerio

Ayer con mucha tristeza volvimos a recorrer el camino que nos conducía a nuestro pueblo, ese mismo que casi siempre hemos realizado con alegría de ir a lo nuestro y con los nuestros. Ayer el enmarque rural – Granja de Torrehermosa-  se hacía de nuevo para nosotros sacramento de identidad, acompañábamos  los restos de un ser querido, nuestra Justi, para celebrar la acción de gracias con el pueblo, allí donde ella era reconocida de un modo singular y personal, y depositamos su cuerpo vencido y acabado en el camposanto junto a los demás seres queridos que os precedieron. Tras ser acompañados y arropados por muchas personas en Mérida, lugar habitual de la familia, descansábamos ultimando su adiós en nuestro terruño y con la gente de toda la vida, en la iglesia que fue bautizada y en los campos en los que vivió su existencia y su proceso personal hasta la madurez. Lo rural da paz  y un sentido especial hasta a la muerte, la hace más humana y más divina, mas hermana y más consolada.

Desde el dolor

familia

Los últimos meses han sido para ella una escuela de dolor insoportable, los ha vivido con entereza y con una debilidad sufrida en pie. La solución al dolor ha venido con la muerte. La verdad, que no entraba en los cálculos de sus seres queridos, todos esperábamos que pudiera recuperarse. Pero así es la realidad, el dolor llega sin programarlo y sin quererlo, de improviso y a veces viene para quedarse y llevarnos, así ha sido con Justi. Pero su vida ha sido señal de alegría y optimismo, es lo que sí puede el hombre buscar, desear y trabajar, ella lo ha hecho. En su vida ha habido mucho más amor que dolor. Todos sabemos que hay dolor en la existencia y que querer ocultarlo es engañarnos. Hay mal natural imprevisible, mal físico en nuestros cuerpos, mal moral en nuestro interior y sobre todo mal en nuestras relaciones miopes y pobres. Las grandes personas son las que saben enfrentarse al mal moral y colaboran para la paz y la alegría sencilla en las relaciones. De esto Justi puede recibir la corona de gloria que no se marchita.

Su vida

familia

Nace en una familia muy sencilla y pobre, que experimenta la emigración a la gran urbe, la dificultad de las limitaciones en lo económico, han de volver al pueblo. Hija de padre honrados y sencillos, hermana en una familia numerosa de mujeres. Vive su infancia y juventud en este ambiente, conociendo muy pronto el trabajo del hogar sin poder tener perspectivas de estudios, aunque era viva e inteligente en la escuela. Se enamora de Maxi y se lanzan a la aventura de crear su familia propia, viviendo en Mérida, donde nacen Sara y Maxi, sus hijos queridos del alma. Es verdadera esposa y madre, viven del trabajo de Maxi con mucha sencillez y profundidad, cuidando de la familia. Más tarde ella cuida de personas mayores. Y sobre todo se hace experta en su “ser abuela”, con su nieta Lidia, la primera niña de la generación de los nietos entre nosotros. No ha tenido una vida fácil, pero si buena, cuidada, articulada, centrada y bien guiada. Ha tenido dificultades y vivido mucho: hemos celebrado la vida, el éxito, las novedades, los años, las fiestas… hemos disfrutado juntos. Y también hemos compartido sufrimientos, dolores, fracasos, limitaciones, pérdidas… todo ha merecido la pena.

Su encuentro con la naturaleza y la vida

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Desde el contexto familiar aprendió a querer la naturaleza, fue una  amiga y cuidadora entrañable de los animales, anoche sus canarios callaban y se sentían abandonados al perder a su protectora. Ha disfrutado del campo, del mar, de las plantas… todo era motivo para celebrar la vida desde la mayor sencillez y entrega. Y lo que hizo con los animales, era un pequeño signo de su modo de entender la vida y el encuentro con los demás. Hay personas que sin ser notables en la sociedad producen armonía en el silencio y están siempre para los que la necesitan en su espacio de familiaridad y socialidad. Cientos de personas ayer nos mostraban en estos días la grandeza y el cariño que compartían con Justi y esto es lo que más  puede consolar, saber que ha sido querida y que ha querido mucho a todo y a todos. No perdió su sentido de Dios y gozó mucho con las celebraciones cristianas de sus hijos , nieta, sobrinos.

La sencillez del amor

familia

Todos venimos a la existencia y somos imagen de Dios. Nos toca dejarnos habitar por su espíritu y dejar que él cree en nosotros aquél perfil de lo divino que él quiera. A ella le gustaba orar al Cristo del Humilladero y en él veía un modo de amar. Por eso nosotros la recordamos ahora y celebramos su vida con las palabras del Apóstol Pablo sobre el amor. Creemos y así lo compartimos con todos que Justi ha sido muy paciente, amable, no era engreída, ni mal educada, mucho menos egoísta, no tenía envidia ni llevaba cuentas del mal, ha perdonado todo lo que ha podido, ha aguantado mucho en su vida. Para nosotros ha sido tan grande como sencilla, sí si tuviéramos que elegir una palabra para definirla familiarmente sería la SENCILLEZ. Esa es la imagen de Dios que de ella hemos recibido y por lo que creemos que se merece la corona de gloria que Dios da a los que le temen y aman sus mandatos. La sencillez le ha llenado de positividad, optimismo, de alegría, de buen ánimo, de disponibilidad… muchas veces decíamos que era como una niña por su  modo de adaptarse a las circunstancias, a las personas… era como dice el evangelio que de los niños es el reino de los cielos. Se ha hecho niño con los niños, hija con los mayores, amiga de sus vecinas, generosa con los pobres, no ha excluido nunca a nadie por débil que fuera… por eso, a pesar de las limitaciones y defectos que pudiera tener, la vemos a la hora de despedirla como una hija amada de Dios Padre, que seguro que ha entrado por la puerta de la gloria con grandes cánticos y alabanzas.

Un ángel protector en el cielo

lidia

Ahora ya en la gloria con muchos de sus seres queridos, ahora la relación con ella será celestial y seguirá siendo gozosa, positiva, alegre. Nos cuidará y nos protegerá desde el amor divino, y será de un modo especial ángel de la guarda de sus pequeñas, lo era ya de Lidia y lo será de Martina que esperamos que nazca muy bien en unas horas. Seguro que ella estará, con la bondad de Dios ayudando en el parto a Cintia esperando esta niña querida de su hijo del alma Maxi. Martina vas a tener el mejor ángel del cielo para cuidarte.

Besos al cielo Justi… y no dejes de bailar con nosotros: “Si yo tuviera una escoba…”

José Moreno Losada

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