Dad Gracias al Señor porque es bueno Celebrando la vida: Docente e investigadora

Hoy va a ser un día muy especial en el movimiento de profesionales cristianos de Mérida-Badajoz. Celebraremos en la comunidad parroquial la lectura creyente de la vida profesional de Trinidad Ruíz, ella ha sido docente e investigadora en la universidad. Agarrada a su cuaderno de vida y a los proyectos personales de vida y acción de todos estos años que ha ido compartiendo con su grupo de revisión nos ofrecerá su profesión de fe vivida. Todos estaremos atentos para ver el paso del Señor en su historia personal y comunitaria, nos sentimos parte de ella y estamos llamados a hacer eco de lo compartido de un modo agradecido. La Eucaristía será el lugar litúrgico celebrativo para dar gracias y contemplar la cristificación de lo relatado, hecho en memoria suya. La mesa compartida después volverá a ser el signo de todo lo que hemos compartido entre nosotros, en la iglesia, en el mundo, y en concreto desde la universidad, buscando siempre el amor más grande. Hoy estamos de fiesta, el Señor ha estado con nosotros y estamos alegres. Será una estampa de resurrección para no olvidar y para mostrarnos las señales vivas del crucificado que ha resucitado y está vivo entre nosotros.
| José Moreno Losada
“¿A dónde te escondiste amada…?
Por los caminos de la universidad extremeña

Hoy he vuelto a caminar por el vericueto de este campus universitario, por este jardín botánico extremeño, al aire libre, que siempre me habla de ti, Trinidad Ruíz Téllez. Siempre que he pisado estas veredas entre plantas autóctonas he oído el eco de tu voz afirmando, con sencillez, que fue un acierto y algo propio de una universidad saber plantar lo que era singular y encarnado de nuestra tierra y que de algún modo pertenece al pueblo y a su identidad.
Así veía cada planta, cada flor, cada fruto, cada sombra, cada color, la rama seca o florida… y sonaba tu voz fuerte y clara que seguía buscando y abriendo horizontes de lo natural y lo humano desde el humus de la Communio universitaria, ese ADN propio del verdadero conocimiento que siempre está ligado al bien común y universal, conjuntado con la belleza, la unidad y la justicia. Últimamente a ti te había ligado de corazón y sabiduría con la amazonia y su gente, algo que te marcará para siempre, esto es lo singular de lo universitario que sabe unir lo concreto y lo universal, lo cercano y lo lejano en el mismo espíritu de lo humano y lo natural.
Tú has sido como esa semilla pequeña que se planta en tierra y según va muriendo, viviendo, se hace árbol donde otros pueden anidar. Pero hoy estos caminos que huelen ya a primavera, me hablaban de ti haciendo duelo, gritando tu ausencia, me recordaban el cántico de Juan de la Cruz, “a dónde te escondiste amada… “. Llegado el momento, por razones de cuidado y amor familiar, optaste por la jubilación y ya estás seducida por la vejez de lo humano y los primeros pasos de la infancia en el que ha llegado como buena noticia y gracia. Ha sido un paso firme y serio, eres la misma persona, pero ya no del mismo modo.
La universidad todavía no se hace a la ausencia de una profesional que ha buscado ser auténtica y original en su quehacer docente e investigador, le cuesta ponerse a hacer memoria agradecida de ti, prefiere pensar que te has ausentado un tiempo y que volverás, como Lázaro en el sepulcro pasajero. No quiere aceptar la realidad, no sé si a mí me pasa lo mismo, hoy quería verte en el camino y transitar por la vida, la tuya y la mía, la de otros, la de la casa, la de la tierra, la de la iglesia, la sociedad, la universidad… tomar ese café excusa de lecturas creyentes y fabricador de cuaderno de vida, paso a paso, hecho a hecho. Le hemos dado la vuelta a tantos entresijos, hemos hilado y bordado tanto lo que vivíamos, que de ningún modo nos puede ganar la tristeza, ni siquiera la nostalgia, aunque nos toque hacer el duelo.
Yo creo que la universidad, tú, yo y algunos otros, tampoco todo el universo, tenemos que pasar al menos tres días -junto al Maestro de la vida- en el sepulcro del reposo, de la elaboración interna, para que poder salir fuera y darle forma al magníficat que nos explota dentro. La Universidad de Extremadura ha sido para ti seno materno, donde has elaborado una figura de mujer, profesional, investigadora y docente, de compromiso ciudadano, de pasión y reto, de búsqueda y verdad, de purificación y libertad. Estoy convencido que has encontrado ese tesoro que ya nadie ni nunca te podrán quitar, eso que está tan cerca de la bienaventuranza y que Dios da a los que le parece mejor, a los pobres y sencillos. Doy gracias a Dios por todo lo que has vivido en este ambiente universitario, todo lo que te ha hecho pobre y sencilla, bienaventurada. No puede haber mejor currículum y tu lo sabes. Gracias.
José Moreno Losada.

