¡Cuantas veces oí decir: La música de Morricone es fascista, militar! Y añadían: La música, como cualquier otra manifestación artística no vale nada si no está al servicio de la causa”. Evidentemente, la causa era la revolución. Los mismos decían lo mismo de Clint Eastwood. Y ahora, los mismos dicen todo lo contrario de los mismos dos; les llaman genios. Lo mismo hicieron con Dalí y antes lo hicieron con Murillo, el pintor. No me parece mal que cambien; el hombre cambia. Me parece ridículo los motivos por los que lo hacen: la conveniencia, que no tiene nada que ver con la conversión o el cambio debido a una crisis existencial. "¿Así que es usted quien ha ecrito ls melodías más bellas del siglo?",le preguntó un día Stravinski a Morricone.