Los nacionalistas catalanes repartían entre los hooligans carteles con esta inscripción “Catalunia is not Spain”. Yo creo que erraban no por el contenido de su mensaje sino por el destinatario que, en su mayoría, iba cocido de alcohol y lo que menos le interesaba era el nacionalismo catalán. Entre los asistentes al partido seguramente había muchos que se interesan, fuera del campo, por los bajos fondos del fútbol ("L´argent secrete du foot" de J.-L. Pierrat et J. Riveslange; "Desmoronamiento" [novela] de H. Castellanos Moya) pero a la gran mayoría le tare sin cuidado. Las raíces de la violencia en el fútbol son abismales, nacen en recovecos muy profundos de la sociedad ("The roots of Football Hooliganisme" de J. Williams). Entre otros muchos elementos, el nacionalismo y el dinero imponen la obligación de ganar a cualquier precio. El hecho de que los equipos de fútbol sean auténticas empresas no quiere decir que los futbolistas no sean auténticos deportistas.