"La premura del encuentro señala que es un asunto al que el nuevo Papa dará prioridad" El alivio le duró poco al Opus Dei: León XIV exige la reforma de sus estatutos y se reactiva la causa en Argentina

El nuevo Papa no tardó ni un día en tomar posición frente a la organización ultracatólica, y en una cita con la cúpula de la Obra les instó a acabar los cambios que habían suspendido unilateralmente por el “luto” tras la muerte de Francisco, mientras avanza el primer frente judicial por trata de personas
| Paula Bistagnino
(elDiario.es).- Una de las primeras audiencias oficiales de León XIV ha sido para atender uno de los temas más candentes de este papado que comienza, y que también está relacionado con la herencia recibida de Francisco: la situación del Opus Dei.
El pasado miércoles, Prevost citó al “moderador” del Opus, el español Fernando Ocáriz, y su segundo, el argentino Mariano Fazio, para dar un mensaje muy claro: la reforma que había ordenado Bergoglio en 2022 tras degradar al grupo ultracatólico –y que suspendieron tras la muerte del argentino– deberá concretarse cuanto antes.
La premura del encuentro señala que es un asunto al que el nuevo Papa dará prioridad, y aunque resta saber qué tan exigente será con la reforma de los estatutos, la expectativa es grande. Fuentes del Vaticano aseguran que no va a decepcionar a quienes esperan la reforma, que no solo son ex miembros y denunciantes de la organización, sino también muchas de sus filas actuales que desde hace años piden que haya un aggiornamento, una adaptación a los nuevos tiempos.
Resistencias en la cúpula
Sin embargo, desde la cúpula hay resistencia. Por un lado, la demora evidente en los plazos de reforma de los estatutos, una tarea jurídica principalmente, enorme pero técnica. El Opus Dei presentó dos borradores, ambos rechazados por el Papa argentino y estaba a punto de presentar la tercera y definitiva versión precisamente en la misma semana de la muerte de Francisco.

La segunda señal de resistencia quedó en evidencia en cómo el Opus Dei informó sobre la reunión: llamaron “prelado” a Ocáriz, aún cuando Francisco había indicado desde su motu proprio de 2022 que desde entonces, por la desjerarquización, Ocáriz pasaba a ser un “moderador”. De hecho, así lo citó en la agenda vaticana del 14 de mayo, pero el Opus Dei no lo respetó en su web.
En un artículo muy breve el Opus Dei mencionó la presencia de Ocáriz y su número dos, el argentino Mariano Fazio, señalado en la causa en la que la Justicia de ese país acusa a la Obra de trata de personas y explotación laboral por mantener a mujeres prácticamente esclavizadas durante años. “Fue un encuentro breve, en el que el Papa manifestó su cercanía y su cariño”, dice el texto difundido por el Opus Dei. La portavoz consultada ni otras fuentes de la organización no han querido hablar de los plazos posibles para la presentación de los nuevos estatutos.
La sala de prensa vaticana no ha ofrecido ninguna información sobre la audiencia ni sobre lo que se ha tratado en ella.
Cambios en suspenso por “luto y oración”
Apenas unas horas después del anuncio de la muerte de Francisco, el 21 de abril, llegaba otro comunicado del Opus. Uno en el que se notaba que respiraba aliviado tras meses de presiones: el Congreso que debía comenzar 48 horas después y que ya tenía reunidos a los máximos líderes de todo el mundo en Roma, se reduciría a su mínima actividad para guardar luto y oración. La organización ultraconservadora católica evitaba así el ultimátum que le había dado el Papa argentino.
El Papa León XIV recibe en audiencia al prelado del Opus Dei
— Opus Dei (España) (@opusdei_es) May 14, 2025
El Santo Padre León XIV ha recibido esta mañana en audiencia al Prelado del Opus Dei, Mons. Fernando Ocáriz, acompañado de su vicario auxiliar, Mons. Mariano Fazio. Fue un encuentro breve, en el que el Papa manifestó… pic.twitter.com/zQEMiSg36W
“En estos días de dolor por el fallecimiento del papa Francisco, estamos enfocados en la oración y en el duelo, como toda la Iglesia”, explicaba entonces Josefina Madariaga, responsable de la Oficina de Comunicación del Opus Dei en Argentina, ante la consulta por los próximos pasos de la organización tras la muerte de Jorge Bergoglio. Confirmaba la reducción al “mínimo imprescindible” del Congreso y pateaba las decisiones para más adelante: “Los temas que iban a tratarse se revisarán más adelante, ya que ahora es el tiempo del luto, de oración y de unidad de la Iglesia”.
“Esto es una gran decepción para muchos de los que formamos parte de la Obra, que desde hace tiempo pedimos cambios y vivir más de acuerdo con esta época”, admite una numeraria española con varias décadas dentro. “El Opus Dei debe cambiar y esperemos que lo haga. Hay muchas cosas que ya no pueden seguir funcionando como hasta ahora”. Según la mujer, solo las jerarquías conocen la letra de los nuevos estatutos que ahora no se sabe si verán la luz, mientras que la mayoría de los miembros no fueron consultados. “Menos aún la rama femenina”, dice la mujer, que revela que les habían advertido de que los cambios que se venían eran “dramáticos, traumáticos, históricos y revolucionarios”.

“Es muy sencillo: el Opus Dei no va a presentar nuevos estatutos si no hay quien se los exija, porque nunca han querido cambiarlos por su cuenta. Entonces es lógico que con el nuevo Papa quieran ganar tiempo”, explica un exnumerario español aún cercano a la organización.
La causa en Argentina se reactiva
En septiembre de 2024 dos fiscalías de la Argentina acusaron, tras dos años de investigación confidencial, a las máximas autoridades del Opus Dei en el país por trata y explotación de 43 mujeres para servidumbre de los miembros de élite de la organización. Entonces, se solicitó la citación a indagatoria de tres exvicarios regionales y el director de la rama femenina en ese tiempo, los cuatro sacerdotes. Sin embargo, el paso que parecía inminente se dilató hasta hoy y generó todo tipo de rumores de posibles presiones y temores de que la causa más grave que enfrenta el Opus Dei en su historia quede en nada.
El juez federal Daniel Rafecas, quien reasumió la investigación luego de la acusación de la PROTEX y el fiscal Jorge Taiano, volvió a tomarle declaración en cámara Gesell a la principal testimoniante, M.I.E., quien aportó muchísimos más detalles de sus 31 años como “mucama” sin salario y bajo celibato, pobreza y obediencia.
“La declaración de M.I.E., la víctima principal de la causa, tenía fecha fijada antes, pero la defensa pidió postergación y tomar vista de las actuaciones”, explicaron fuentes del juzgado a cargo de Rafecas respecto de la dilación. Lo que queda ahora es que se concrete la citación a indagatoria de los exvicarios regionales Carlos Nannei (1991-2000), Patricio Olmos (2000-2010), Víctor Urrestarazu (2014-2022), y el sacerdote numerario que dirigió durante casi todas estas décadas la rama femenina de la organización, Gabriel Dondo.

Las dudas siguen alrededor de la figura de Mariano Fazio, máximo responsable de la institución entre 2010 y 2014 y que desde entonces forma parte del gobierno mundial del Opus Dei en Roma con el cargo de vicario auxiliar, es decir el segundo del Prelado y posible sucesor. Fazio, que acaba de ser confirmado en esa jerarquía durante el Congreso en el que se nombraron nuevas autoridades, apareció como protagonista en la declaración de M.I.E.: la mujer confirmó que le tocó servirlo y limpiarle la habitación en la sede principal del Opus Dei de Buenos Aires cuando era vicario.
La causa por trata en la Argentina, que en 2021 se formalizó como denuncia ante el Tribunal para la Doctrina de la Fe del Vaticano, fue el origen de la decisión de una serie de medidas con las que el papa Francisco castigó al Opus Dei con una desjerarquización y la orden de reformar sus estatutos, intocables desde que los redactó el fundador, José María Escrivá de Balaguer y que se formalizaron ante el Vaticano cuando Juan Pablo II les otorgó el privilegio de la Prelatura Personal, figura jurídica única en la Iglesia Católica.
Desde la orden del Papa de modificar los estatutos pasó más de un año entre idas y vueltas. Esta iba a ser la tercera vez y definitiva para adecuarlos a su nueva realidad fuera de la jerarquía de la Iglesia católica. Aun cuando Francisco minimizaba las reformas al Opus Dei y las explicaba dentro de una serie de cambios de su pontificado, le preocupaba la posible multiplicación de las denuncias por trata y explotación contra la organización en otros países.
Antes de morir, Francisco llegó a enterarse de las denuncias contra el Opus Dei en México, que confirman que el sistema de captación y explotación de mujeres pobres como sirvientas se replicó allí también.
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