"Generación Play -Station"

“Somos llamados la generación de la Play-Station, [...]. Con catorce años debemos ser capaces de educarnos por nuestra cuenta [...] debe nacer en nosotros la pasión de la lectura, cuando vemos que nuestros padres, cuando tienen un hueco en sus apretadas agendas, se tumban en el sofá a ver la televisión y, en caso e tener más tiempo libre, se les ocurren mil cosas mejores que hacer que coger un libro.
Debemos tener un alto nivel tanto intelectual como cultural, cuando nuestros amados políticos, que tan bien nos representan, se empeñan en facilitar la educación obligatoria, alegando que así la gente que no quiere estudiar podrá sacar el título correspondiente y trabajar. No se dan cuenta de que quien no quiere estudiar no estudiará por fácil que sea, y a quien estudia porque quiere y que incluso querría aprender [...] lo único que hacen es fastidiarle pues la educación posterior a la obligatoria ha de basarse en lo que los alumnos ya saben, con lo que el nivel no puede subir demasiado. Para facilitar las cosas a quien no quiere hacer bien las cosas, a quien no quiere aprender ¿van a fastidiar a quienes buscan el verdadero motivo de la enseñanza? [...].
Otro punto débil de esta generación, por lo visto, es la carencia de valores [...], quienes nos representan a los españoles (los políticos) han pasado e un cortó período de tiempo de mostrar respeto y guardar las formas a insultarse y a dejar de respetarse. Nuestros modelos de comportamiento, nuestros padres, resultan bastante deficitarios como patrones de conducta, [...] La mejor enseñanza es la práctica. [...].
También hay que tener en cuenta que otra institución hasta hace poco respetada y venerada, debido a ciertas actuaciones poco razonables , ha sido puesta en duda y es ahora cuando mucha gente de esta nuestra generación, empieza a plantearse, sin el condicionamiento del miedo, que infundía antes el simple cuestionamiento de la verdad de dicha institución, una serie de dudas que no quedan del todo claras en sus enseñanzas y que no encuentran más que palabrería como respuesta.
No se trata de lavarse las manos y echar balones fuera pero todos hemos de colaborar a la hora de crear un amiente más propicio para que la “Generación de la Play-Station” pueda convertirse en la generación de platino de la literatura española [...].

Nota: Sacado de una reflexión escrita por un jóven de 16 años, 1º de Bachillerato. Su madre me la envió
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