Referencias de la memoria

Me cuenta lo que observó desde aquel verano ya lejano: El pueblo está cercado por senderos frecuentados y domesticados con mil años de carro. Cuando hay tormenta, desde las cumbres pedregosas del Cebreiro bajan grandes y gruesas nubes como rebaños de animales brincando de peñasco en despeñadero hasta llegar al curso sinuoso del Eiroá. Cada casa tiene una memoria de sucesos escabrosos de los cien años pasados, referencias de la memoria nunca escritas que, a veces, desprende un hálito frío como la muerte. El pueblo tiene una tradición oral común que cada casa interpela a su manera. Los habitantes, a pesar de las diferentes y querellas, están unidos por una honda amistad, de cuando todos fueron niños y adolescentes, fraguada en las intimidades y violencias de las tardes de primavera, en los trabajos comunes del verano, en los atardeceres de otoño cargados de palabras gruesas y en las largas tertulias y juegos de las noches de invierno.

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