Vacaciones, 8: Religión

Si practicas alguna confesión religiosa no se te ocurra ir a la iglesia ni al templo ni a la mezquita ni a la sinagoga. Estás harto de escuchar sermones, pláticas, de oír consejos y consejas. Tampoco te atrevas a coger la Biblia para leer un pasaje aunque sea corto; menos aún los evangelios porque ya te los sabes de memoria. Sería perder el tiempo.
Te llegan los domingos del resto del año para ir a misa y escuchar la cura que, por otra parte, no suele comentar nada de los graves problemas del corazón ni criticar a Zapatero ni comentar los discursos de Rajoy (aunque alguno lo haga). A lo sumo,participa dealguna tertulia sobre el “Evangelio de Judas”, o “El codigo Da Vinci”, las bodas de Jesús con Magdalena, y hasta puedes organizar alguna excursión al sepulcro de la Magdalena y lanzarte a descubrir el lugar del verdadero Grial
Tampoco digas que eres creyente ni practicante de alguna confesión; podrías frecuentar ambientes laicistas y caer mal. Y peor aún, podrías provocar alguna inquietud en alguien indiferente y hasta a alqún
agnóstico. Inquietar a la gente puede ser una falta de caridad.
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