Los lobos

El lobo de Wall Street (EEUU 2013, Dir. M. Scorsese). El film muestra la ascensión y caída de Belfort a partir de sus memorias. Se trata de un pecado y de su redención como el mismo director ya hizo en Toro salvaje, Uno de los nuestros. Es como una versión moderna de Calígula, una historia de exceso y desenfreno. Una historia de dinero y drogas y del dinero como droga, la corrupción del sueño americano, el subproducto de un sistema fallido: droga, alcohol, masturbación, prostitución, y lograr que sus clientes no cobren beneficios sino que los reinviertan. Seguramente el tema central podría decirse que es la avaricia y el oportunismo. La avaricia y el oportunismo pueden ser un mecanismo de autodefensa. La película es un microcosmos de un problema mucho mayor: una reflexión sobre el aspecto más oscuro del ser humano que está relacionado con un deseo de consumir lo máximo posible sin preocuparse de los demás. Todos somos un poco Belfort. ¿Podemos vivir en armonía sin tratar de aprovecharnos unos de otros? El lobo supo sacar partido al desgobierno de la economía en los años noventa. No es que Belfort fuera inmoral, es que con él no había moral. Hay escenas y excesos duros con los que se combinan diálogos que cambian la energía. La resonancia sobre la actualidad española: ladrones de guante blanco que han comprado yates, llevado cajas a la ruina y se retiran para reposar en cementerios de elefantes y allí pasar tranquilos su vejez cobrando pingües salarios después de estafar y extorsionar a la ciudadanía. El cine me ayuda a conocerme y a conocer la sociedad
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