Y no pasa nada

Copio el título de un formidable y sangrante artículo de Lucía Méndez en El Mundo (23-3-13). No hay derecho que los manifestantes aporreen la puerta del piso (no de una casa) de nadie, es condenable, a simple vista debería de ser un delito. Pero es mucho más grave que banqueros y jefes de cajas, responsables de la ruina de sus entidades, hayan metido mano a miles de cuentas de miles de ahorradores. Y aumenta la gravedad del asunto que esos responsables, con el beneplácito de los partidos políticos, anden sueltos, disfrutando del dinero que pudieron ahorrar de los sueldos e indemnizaciones que ellos mismos se concedieron sin que nadie les pusiera coto. “Y no pasa nada”
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