Ese no es el problema

El problema no es Bárcenas ni La Fundación Ideas sino las familias: los partidos, que defienden su territorio con uñas y dientes, y se respetan mientras no haya ingerencias de los unos en el territorio de los otros. El problema es el poder, el aforismo, los privilegios de los políticos. Además sobran más de la mitad de los políticos. Se acusan unos a otros pero sin poner el negocio en peligro. Tiran de la manta para que los de a pie piensen que están tomando en serio las cosas. Evidentemente, dentro de las familias mafiosas no todos los miembros son criminales pero todos conviven con el delito, las fechorías, el negocio de los delincuentes y se aprovechan de la situación.
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