Todos los acontecimientos tristes nos conmueven pero mucho más cuando nos tocan de cerca. Esta vez me toco de cerca, Laura Alonso es sobrina nieta de un grandísimo amigo mío, Manuel Olleros que asumió el papel de portavoz de la familia atropellada por la desgracia. No sé que puede pasar por la cabeza del asesino pero sé, más o menos, lo que está pasando por la vida de las víctimas. Nada ni nadie podrá consolarlos. Sólo podremos acompañar a los que los acontecimientos mantienen destrozados y, si creyentes, rezar por los muertos. Manolo, contad con mi cariño para poder sobrellevar e integrar el vacío que os ha dejado Laura.