Fue el impulsor del 'Llibre del Poble de Déu' (1974) Se estrena 'Dios también habla valenciano' para "reivindicar" el legado de Pere Riutort a la liturgia valenciana
El documental Dios también habla valenciano, sobre el presbítero mallorquín Pere Riutort (1935-2021), impulsor del uso de esa lengua en la liturgia diocesana, se presenta el 2 de octubre a las 19 horas en el Teatre Micalet, de Valencia
"Unos años después de que ocurriera todo aquello, la Academia Valenciana de la Lengua envió al Arzobispado de Valencia un misal en valenciano, y allí, en el Palacio episcopal, está escondido en cualquier cajón, sin ser aprobado", reconoce Josep Miquel Bausset
Este monje celebra, sin embargo, los "pequeños pasos" que ha dado el arzobispo Enric Benavent: "Se muestra sensible por hacer uso del valenciano, pero lo tiene muy difícil; el clero valenciano, en general, cree que el valenciano sigue siendo una lengua de segunda"
Este monje celebra, sin embargo, los "pequeños pasos" que ha dado el arzobispo Enric Benavent: "Se muestra sensible por hacer uso del valenciano, pero lo tiene muy difícil; el clero valenciano, en general, cree que el valenciano sigue siendo una lengua de segunda"
| Xavier Pete
(Flama).- Al haber dejado atrás un camino asfaltado, un sacerdote sube a la cima de una montaña de Tárbena, en Alicante, teniendo que pisar las piedras de un nuevo y escarpado camino; lo hace con la ayuda de un bastón, pero también de su indomable espíritu. Es una de las primeras imágenes que se presentan, en el documental Dios también habla valenciano, del presbítero mallorquín Pere Riutort (1935-2021), que dos meses antes de su muerte fue entrevistado con motivo de la creación de este trabajo del documentalista Valentí Figueres y su equipo de la productora valenciana Los Sueños de la Hormiga Roja.
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Así, sin Riutort, pero con la presencia de buena parte de los protagonistas del proyecto, entre los que destacan sacerdotes y amigos suyos, el trabajo se presentará el 2 de octubre a las 19 horas en el Teatre Micalet, de Valencia, para demostrar que, como sostiene Figueres, el camino que emprendió Riutort durante la década de 1970 sigue siendo reivindicado en la actualidad.
Fue un camino en el que este filólogo que llegó a la Comunidad Valenciana en 1971 promovió el uso del valenciano en la liturgia de toda la extensión diocesana de este territorio "se encontró con unos vientos contrarios para poder andar en plenas condiciones" , como recuerda otro de los testigos en este documental y conocedor de las convicciones del sacerdote residente en Tárbena, el monje Josep Miquel Bausset.
Oleada de críticas
Esta oleada de críticas afloró al ver la luz el Llibre del Poble de Déu (1974), del que Riutort fue uno de los motores al ser designado presidente de la Comisión Interdiocesana para los textos litúrgicos en lengua vernácula. Una obra, paradójicamente, que había recibido la aprobación de los prelados valencianos de aquellos tiempos.
"Tratándose de una obra que permitía seguir las misas en valenciano, tanto Pere Riutort como los sacerdotes valencianos que hicieron uso de este documento fueron instantáneamente atacados e insultados —denuncia Bausset medio siglo después de la aparición del documento, sufragado por el propio Riutort—, y, así las cosas, salvo el obispo gerundense Josep Maria Cases (1919-2002), de Segorbe-Castellón, ninguno de los otros cuatro prelados se lo hizo suyo".
Sin embargo, "el combativo Riutort no se dobló" ante todos estos embates recibidos por algunos medios de comunicación e, incluso, por correo postal, como reflexiona Figueres, y acabó convirtiéndose en ejemplo, durante décadas, para sacerdotes que observaban en su figura un trampolín para hacer cuajar en estas diócesis las decisiones en materia lingüística tomadas en el Concilio Vaticano II.
Algunos de ellos, pero también expertos en cultura valenciana, repasan en el documental cómo la deslatinización de la liturgia en las misas se limitó a hacerse en castellano. "Lo que se vivió fue un caso de terrorismo contra personas como Riutort y contra los cristianos que querían vivir la fe en nuestra lengua", dice Bausset.
Si bien, en la actualidad, de las 2.500 misas celebradas cada semana en las diócesis valencianas, son una cincuentena las que suelen hacerse en valenciano, "la piedra que colocó Riutort en este camino sigue siendo crucial, al tratarse de una obra aprobada, también, por el Vaticano", apunta Valentí Figueres.
"Escondido en un cajón"
"Unos años después de que ocurriera todo aquello, la Academia Valenciana de la Lengua envió al Arzobispado de Valencia un misal en valenciano, y allí, en el Palacio episcopal, está escondido en cualquier cajón, sin ser aprobado", reconoce Josep Miquel Bausset, que celebra, sin embargo, los "pequeños pasos" que ha dado el arzobispo Enric Benavent: "Se muestra sensible por hacer uso del valenciano —acaba Bausset—, pero lo tiene muy difícil; el clero valenciano, en general, cree que el valenciano sigue siendo una lengua de segunda".