Se habla mucho de
persecución a los católicos en España, de autenticidad, de
ortodoxia, de un
único estilo de pertenecer a la Iglesia. De
remar mar adentro y de que
vamos hacia una Iglesia de minorías y convencidos. Ahora que las cifras del CIS continúan plasmando una realidad -España es católica, pero menos... o como poco, menos practicante. Y los miembros de la Iglesia cada vez sintonizan menos con el método de la cruzada postulado por buena parte de sus pastores-.
Es muy triste pensar en que la única opción está en encerrarnos en nosotros mismos y protegernos de una sociedad que no nos quiere, que nos ataca y nos humilla. Que la única solución sea remar mar adentro, tan lejos que nadie nos vea. No son tiempos de catacumbas, sino de presencia. Cada uno con su estilo y con su creatividad. No vaya a ser que de tanto remar hacia dentro se nos olvide el camino de regreso.
O dejemos olvidado a Cristo en la orilla.
baronrampante@hotmail.es