Rouco abre el proceso de beatificación de Romero Pose

El cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela, cumple mañana 77 años. En sus últimas semanas como presidente del Episcopado español y como líder de la Iglesia de nuestro país, y antes de ser jubilado por Francisco, el purpurado tiene tres "trabajos" que llevar a cabo, en los que se va a dejar el alma: su sucesión en la Conferencia Episcopal (y, por ende, el futuro de Camino); la preparación de una gran misión interdiocesana de cara al 25 aniversario de la erección de las tres diócesis madrileñas; y la beatificación del que fuera su mano derecha y obispo auxiliar de Madrid, Eugenio Romero Pose.

Ya esta todo preparado, a la espera de que el propio cardenal abra solemnemente el proceso, bien en la catedral de La Almudena, bien en San Dámaso, uno de los sueños compartidos por Rouco y Romero Pose. Romero, gallego como Rouco, le acompañó durante muchos años, convirtiéndose en el "ideólogo" del pontificado de Rouco Varela. Si César Franco se dedicó a la juventud y los movimientos y Fidel Herráez a "gobernar" la diócesis, Romero Pose, Uxío, fue el gran teólogo, el hombre sin el cual no podrían entenderse algunos de los posicionamientos de la Iglesia madrileña y española en los últimos años, desde el terrorismo y la unidad de España hasta los aspectos más crudos de la doctrina de la Fe.

Falleció muy joven, con apenas 58 años, tras una dura enfermedad, hace ya seis años. Pasado el tiempo prudencial -se piden al menos cinco años desde la muerte para iniciar cualquier proceso-, Rouco Varela abre ahora el proceso diocesano de beatificación de su obispo auxiliar, de su mano derecha.

El arranque de ese proceso convierte a Romero Pose en el único obispo español contemporáneo en ser objeto de un proceso similar, toda vez que el proceso abierto sobre el primer obispo de Getfe, monseñor Golfín, se ha frenado por orden de Roma, sin que hayan trascendido los detalles.

Las tres diócesis madrileñas (Madrid, Alcalá y Getafe) cumplirán en 2016 el 25 aniversario de su erección canónica. Con este motivo, la Archidiócesis presidida por Rouco publicará en otoño una pastoral en la que lanzará una misión evangelizadora para el futuro de los fieles en la Comunidad de Madrid. A falta de conocer los detalles, distintas fuentes han apuntado a RD su sorpresa por dos motivos: en primer lugar, por promover una iniciativa semejante en un fin de pontificado, lo que en la práctica podría "atar las manos" del sucesor de Rouco Varela; en segundo término, porque serán los kikos quienes lideren, prácticamente en exclusiva, esta misión.

La última lucha de Rouco Varela, que ya se está librando desde hace meses, y cuyo resultado final ya conocemos -Cañizares a Madrid- está en el futuro de la Conferencia Episcopal. Sabedor de que su tiempo está concluyendo, el purpurado quiere dejar atada su influencia en Añastro, una misión que, a todas luces, parece perdida. Pero como en toda lucha, y más en el caso del todavía cardenal de Madrid, todos pueden acabar siendo perdedores.
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